El cultivo de cannabis en interior requiere un periodo de aprendizaje. Al principio, hasta que hayas hecho dos o tres cosechas, puedes cometer errores graves, sobre todo si no tienes experiencia previa de cultivo en exterior, que pueden llegar a costarte la cosecha. Por otro lado, teniendo en cuenta que estamos hablando de seres vivos, nunca se puede garantizar el éxito del cultivo: puede aparecer una plaga o suceder algún imprevisto que dé al traste con las plantas. Pero tampoco pienses que es algo imposible. Si no se te dan mal las plantas, pones cuidado y lees algún manual de cultivo, es relativamente fácil obtener cosechas razonables de una calidad más que decente. En teoría, se considera que un gramo de cogollos por cada vatio de luz es una producción óptima. En la práctica, a partir de medio gramo por vatio es una producción razonable. Con una lámpara de alta presión de 400 vatios se puede estar razonablemente seguro de que se obtendrán al menos 200 gramos de cogollos por cosecha.