La cantidad de riego y luz que necesitan las plantas de cannabis no depende demasiado de la variedad que cultives. Para tener éxito en un cultivo de interior se debe estudiar un poco. Las condiciones necesarias para el cultivo son complejas: hay que tener en cuenta la temperatura, la humedad ambiental, el tipo de tierra y de abono, la duración de los días y las noches, así como conocer, con bastante detalle, cómo funciona el ciclo de vida de la planta. Además, hay que montar un cuarto o armario de cultivo donde se den las condiciones necesarias. 

Vamos por partes. El ciclo de vida del cannabis empieza cuando se siembra una semilla en una maceta, a poca profundidad (menos de 1 cm) y se riega. En unos días la semilla germina y la plántula asoma. Durante las siguientes cuatro o cinco semanas, el cultivador debe encender la lámpara 18 h al día, con una noche de seis horas, para mantener a la planta en la llamada fase de crecimiento. Cuando tiene alrededor de 50 cm de altura se cambia el fotoperiodo para que haya días de 12 h y noches de 12 h, lo que provocará que la planta empiece a florecer. La floración dura, en la mayoría de las variedades comerciales más habituales, unos dos meses, durante los cuales brotan muchísimas flores que forman los cogollos y que están recubiertas de resina, donde se encuentra el THC, el cannabinoide responsable de que la marihuana coloque. Cuando las plantas están maduras (a los dos meses más o menos de empezar la floración), se cortan y se ponen a secar. 

El cuarto o armario de cultivo debe tener una fuente de luz, que suele ser una lámpara de alta presión de sodio de 400 o 600 W, aunque hay otras opciones, como las lámparas de diodos o ledes y los fluorescentes. Conecta la lámpara a un programador horario para que se encienda y se apague cada día automáticamente. Además, para mantener la temperatura y la humedad en el rango correcto, se suele usar un extractor para sacar el aire caliente del cultivo al exterior y renovarlo. Es recomendable conectar este extractor a un filtro de carbón activo para eliminar el olor antes de sacarlo fuera y evitar así llamar la atención de vecinos y peatones. Las macetas, la tierra y los abonos (al menos dos, uno para la fase de crecimiento y otro para la floración) completan la lista de la compra. Es recomendable visitar un grow shop, hablar con el vendedor y hacerse una idea clara de lo que necesitas en función del espacio y el tipo de cultivo que vayas a montar. También recomiendo encarecidamente informarse al máximo leyendo la revista Cáñamo pero también viendo tutoriales, leyendo informes de cultivo y, en general, empapándose del tema. Cuanto más sepamos, más fácil será obtener buenos resultados.