La teoría dice que se pueden sacar esquejes en cualquier momento, ya que las plantas nunca pierden su capacidad de brotar raíces a partir de cualquier nudo de un tallo. Pero, en la práctica, solo es adecuado hacerlo durante el crecimiento y el principio de la floración. Una vez los cogollos empiezan a engordar, las plantas dedican toda su energía a la formación de flores y a los esquejes les cuesta mucho enraizar. El porcentaje de éxito baja mucho y solo compensa hacerlo cuando interesa mucho conservar una planta que ya está floreciendo. Por muchos cuidados que se les den, la mayoría de los esquejes de plantas en floración avanzada morirán antes de enraizar, aunque unos pocos pueden llegar a conseguirlo.

Una buena alternativa es engañar a la planta una vez cosechada para que crea que ha vuelto la primavera y empiece a crecer de nuevo. Este proceso se denomina revegetación y, para que tenga éxito, la planta necesita recibir un fotoperiodo de días muy largos, entre dieciocho y veinticuatro horas de luz cada día. El cultivador cosecha los cogollos pero procura dejar tantas hojas en la planta como sea posible, ya que sin ellas la revegetación es imposible. Tras la cosecha se traslada la planta a un lugar cálido y se le da un fotoperiodo de crecimiento. Se puede revegetar en un armario de interior o simplemente dentro de casa, junto a una ventana soleada y manteniendo las luces de la habitación encendidas cuando fuera se haga de noche. Tras unas cuantas semanas de fotoperiodo de días largos, la planta empezará a brotar nuevas hojas y entrará en fase vegetativa de crecimiento. Mientras se mantenga bajo un fotoperiodo con al menos dieciocho horas diarias de luz seguirá creciendo sin florecer. Una vez la planta está en crecimiento ya se pueden sacar esquejes con facilidad. Mi consejo es que, aunque la planta esté floreciendo, saques algún esqueje y lo intentes enraizar. Si no funciona y se muere, prueba a revegetar la planta después de cosecharla. Creo que es mejor que intentes ambos sistemas, pues ninguno de ellos es completamente seguro.