Sistemas hidropónicos
La temperatura del agua es un factor decisivo en los sistemas de cultivo sin sustrato. Si en cualquier tipo de cultivo el agua es esencial para las plantas, en los sistemas hidropónicos se puede decir que las plantas viven literalmente en el agua. La razón principal es que la temperatura influye en la capacidad del agua de albergar oxígeno disuelto. La temperatura ideal del agua para cultivos hidropónicos es de 20 a 22 ºC. Si la temperatura del agua baja por debajo de los valores óptimos, las plantas se atrofian y dejan de crecer y si se calienta en exceso aparecen plagas y carencias.
A 16 ºC de temperatura, la capacidad de oxigenación del agua es máxima. Conforme la temperatura se aleja de este valor, tanto calentándose como enfriándose, la capacidad de oxigenación baja. El problema es que la máxima oxigenación del agua no es el único factor que hay que tener en cuenta. El metabolismo de las plantas se acelera y crecen más rápido cuando la temperatura es superior. El problema es que el agua caliente favorece la aparición y el desarrollo de bacterias y otros microorganismos nocivos para las plantas. Por encima de 26 ºC, las bacterias se desarrollan a una gran velocidad. La mayoría de los microorganismos beneficiosos prefieren aguas bien oxigenadas, mientras que los microorganismos perjudiciales se desarrollan mejor en aguas poco oxigenadas.
Las piedras burbujeadoras ayudan a aumentar la oxigenación del agua y las raíces, pero en cultivos con la técnica de aguas profundas como el tuyo, donde las raíces viven dentro del agua, puede no ser suficiente si el agua no es capaz de albergar suficiente oxígeno por exceso de temperatura. Además, las plantas empiezan a sufrir estrés por el calor y necesitan dedicar mucha energía a mantenerse frescas y vivas, energía que no pueden destinar a la producción de flores y de resina.
La mejor solución es instalar un aparato enfriador del agua, pero, como bien cuentas en tu pregunta, son demasiado caros para la mayoría de los cultivadores domésticos. Si vivieras en un país frío donde las temperaturas cálidas solo se dan durante pocas semanas, te podrías apañar añadiendo botellas heladas al depósito de agua para mantenerlo fresco. Pero en un clima como el nuestro, no es un sistema práctico.
De todos los sistemas hidropónicos, el DWC es probablemente el más sensible a la temperatura del agua, puesto que las plantas viven sumergidas y enseguida notan la menor oxigenación del agua. Los aeropónicos son siempre los más oxigenados, por lo que no deberían ir mal, aunque el hecho de que las raíces estén al aire los hace bastante delicados, lo mismo sucede con los NFT (sistemas con película nutriente). En mi opinión, los mejores sistemas para climas cálidos son aquellos en que las plantas tienen sustrato como el Ebb & Flow (flujo y reflujo), drip (goteo), wick (riego por mecha) o cultivar directamente en planchas o macetas con fibra de coco. Seguramente este último sistema sera el que mejor funcionará con agua demasiado caliente, pero no esperes la misma producción que con un sistema DWC.