El supercropping es una técnica desarrollada por los cultivadores de interior para dominar la altura de las plantas, aumentar la producción y aprovechar mejor la luz. Por lo general se realiza mientras las plantas están en la fase de crecimiento, ya que sus efectos se asemejan a los que produce la poda del tallo principal. Es un sistema de formación de alto estrés o HST (high stress training, en inglés). Consiste en chafar un tallo entre los dedos de modo que las fibras interiores se rompan sin que la capa exterior del tallo resulte dañada. Hay que escoger tallos bien formados pero que todavía no estén tan duros que resulten quebradizos. Se aprieta el tallo entre el índice y el pulgar hasta que se siente un pequeño chasquido que indica que las fibras interiores se han roto; la rama quebrada, incapaz de soportar su peso, se doblará en un ángulo de al menos 90 grados por ese preciso punto. Tras aplicar esta técnica las ramas parecen peligrosamente débiles, pero no hay que agobiarse. En unos pocos días la planta cicatriza la herida formando un callo en el punto de rotura que refuerza la rama en su nueva posición. Tras la aplicación de la técnica las ramas bajas de la planta aumentan su crecimiento, alcanzan a las superiores y surge un gran número de nuevos brotes que aumentan la cantidad final de cogollos. La copa de la planta cambia de forma, deja de asemejarse a un triángulo (forma de abeto) y adopta el perfil de un triángulo invertido, mucho más adecuado para un cultivo de interior, ya que coloca la gran mayoría de los cogollos cerca de la lámpara. Esta técnica tiene, además, otras ventajas añadidas. Por un lado, si se aplica progresivamente, las plantas experimentan un cierto estrés que actúa como estimulador del crecimiento; pero hay que tener cuidado, porque el exceso de estrés es perjudicial para las plantas y puede llegar a bloquear su crecimiento. El segundo beneficio derivado del supercropping es que las ramas se refuerzan cuando las plantas cicatrizan sus heridas, por lo que aguantan mejor el peso de los cogollos. Por último, al colocar las ramas en una posición horizontal todos los brotes comienzan a crecer hacia arriba y reciben la misma cantidad de luz, por lo que los cogollos son de un tamaño y calidad más homogéneos.