Los cultivadores de exterior no tienen mucho que hacer en invierno, y si cultivan en macetas, aún menos. Sin embargo, no está de más realizar una limpieza a conciencia del material tras la cosecha. En primer lugar, vacía la tierra usada de las macetas. Si quieres, puedes reutilizar esta tierra para sembrar plantas ornamentales o incluso cultivar un pequeño huerto de balcón, pero no te recomiendo que la uses para la siguiente cosecha de cannabis, pues sus características ya no serán perfectas. El sustrato usado es un buen aditivo para mejorar la tierra de un huerto o jardín. Si tú no tienes jardín, quizás puedas regalársela a un amigo que sí tenga. 

Debes barrer todos los restos de tierra y hojas de la terraza, ya que en ellos puede haber huevos de plagas que podrían reaparecer en la nueva plantación. A continuación, hay que limpiar a conciencia las macetas. Te recomiendo que las cepilles bien para eliminar los restos de tierra y las manchas blancas de sales que se hayan podido depositar. Si no lavas, estas sales acumuladas pueden afectar al pH del sustrato de la cosecha del año que viene. Un buen sistema de limpieza es usar un depósito grande con agua y lejía para sumergir las macetas durante un rato y asegurarse de que no quedan bichos o huevos de plagas vivos en ningún rincón. 

No es recomendable dejar las macetas al aire durante todo el invierno, pues el sol y el frío deterioran el plástico, que se vuelve quebradizo. Si puedes, guárdalas a cubierto, pero si no tienes dónde, al menos cúbrelas con un plástico para protegerlas algo de los elementos. Además de limpiar las macetas, asegúrate de limpiar todo el material, como regaderas, mangueras, herramientas o tutores de plástico o bambú.