Trucos para ocultar un cultivo
Me gustaría montar un cultivo de interior, pero tengo un poco de miedo de meterme en problemas si alguien se entera y me denuncia. La verdad es que soy un poco paranoico porque vivo en una ciudad pequeña, muy conservadora y donde los cotilleos circulan a toda velocidad. Te escribo para que me des algunos consejos de cómo mantener el cultivo discreto y no correr riesgos. Muchas gracias.
La capacidad de que un cuarto de cultivo de interior sea invisible y pase desapercibido para todo el mundo es esencial si quieres cultivar durante muchos años sin miedo ni riesgos. Hay muchos pequeños detalles y formas de comportarse que son imprescindibles para no llamar la atención y que podemos dividir en dos grandes categorías: cómo está montado el cultivo y cómo se comporta el cultivador.
Empecemos por el cuarto de cultivo. Los puntos débiles de una plantación son el olor, la luz y el ruido. Si alguien detecta olor a hierba, ve luz brillante saliendo por una ventana o escucha el zumbido constante de un extractor, probablemente empezará a hacerse preguntas y no tardará mucho en imaginarse cuál es el origen. Hay que evitar estas fugas sea como sea. Busca un extractor silencioso y conéctalo a un filtro de carbón activo para que el aire que expulsa al exterior no huela a cannabis. Los filtros de carbón no duran eternamente, mi consejo es que los renueves todos los años. No esperes a que se saturen para cambiarlos, hazlo mientras todavía funcionan bien. Asegúrate de que no hay fugas de luz por las ventanas: los armarios de cultivo suelen ser perfectamente opacos a la luz, pero cuando tengas que abrirlo para trabajar con las plantas, asegúrate de cerrar antes las persianas.
Si vives en un piso, los ruidos del extractor, el ventilador o la bomba de agua pueden molestar a los vecinos, así que es esencial que compres aparatos lo más silenciosos posible y que evites que transmitan vibraciones a las paredes. Si usas una bomba de agua para regar, procura hacerlo a horas en las que haya otros ruidos; no te pongas a regar a las dos de la mañana, cuando el edificio está en completo silencio. En lugar de atornillar el extractor directamente a la pared, cuélgalo del techo (o de unas escuadras) con gomas que amortigüen las vibraciones. La salida del extractor al exterior es uno de los puntos más delicados, puesto que el aire sale caliente y puede llamar mucho la atención; intenta sacarlo por un lugar que no se vea fácilmente.
El segundo factor más importante es el comportamiento del cultivador. No le cuentes a nadie que cultivas, todo el que lo sepa podría irse de la lengua y contárselo a otro. Al final, la mejor forma de mantener un secreto es que no lo sepa nadie o el menor número de personas posible. Ten cuidado con los extraños que entran en casa, tales como técnicos que vengan a reparar algo, vendedores o amigos de amigos de los que no sabes mucho. Por muy bien que lo hagas, es posible que algo de olor haya dentro de casa y nunca sabes quién lo podría reconocer. Coloca aromatizadores en casa, al menos cuando tengas visitas, más vale que piensen que te has pasado con el olor a pino que reconozcan el olor a cannabis.
En ocasiones puede ser recomendable pararlo todo cuando tengas una visita para que no vayan a oír ningún ruido sospechoso. Coloca un candado o una puerta con llave en el cuarto de cultivo para que nadie pueda entrar por error. Más vale que se pregunten por qué tienes una puerta cerrada a que entren y vean las plantas. Especialmente entre la sociedad más conservadora, hay mucha gente que aún cree que el cannabis es tan peligroso como la heroína y pueden estar convencidos de que denunciándote hacen algo bueno. Si puedes evitarlo, no te relaciones mucho con gente así.
Sé amable, simpático y colaborador con los vecinos, intenta no llamar la atención. No busques bronca ni te enfrentes a ellos por chorradas. Un vecino cabreado te puede buscar la ruina. Por supuesto, ten mucho cuidado de que no te vean metiendo sacos de tierra o cualquier otro producto sospechoso o llamativo en casa. Un buen truco para la tierra es usar un carro de la compra en el que quepa un saco de sustrato; parecerá que vienes del súper y no del grow shop.
Cuando vayas a comprar productos de cultivo paga en efectivo para evitar que tu tarjeta de crédito esté asociada con esas compras. Si es posible, nunca recibas compras de material de cultivo hechas por internet en la misma dirección en la que está el cultivo. Mucho mejor que lo envíen a un punto de recogida o a casa de un amigo de confianza que no cultive. Entiendo que muchas de estas precauciones te puedan parecer excesivas y tú decidirás cuáles empleas y cuáles no. Pero no olvides que más vale prevenir que curar.