Utilidad de los aminoácidos
Querido profesor, tengo dos estimuladores de la floración distintos: Aptus Topbooster y Bio-Green X-Bloom. Entre otros ingredientes, ambos tienen aminoácidos. Me puedes explicar qué son y para qué sirven. ¿Realmente mejoran la floración? Lo digo por el alto precio que tienen los estimuladores; no sé si compensa añadirlos o basta con un buen abono de floración.
Los aminoácidos son moléculas ricas en nitrógeno que constituyen los ladrillos con los que se construyen todas las moléculas biológicas, entre ellas las proteínas, las vitaminas y los alcaloides. Generalmente, las plantas los fabrican ellas mismas pero a través de una reacción que les lleva mucho trabajo y consume abundante energía. Las plantas también pueden obtener los aminoácidos directamente del suelo e incorporarlos a su metabolismo, ahorrándose todo el gasto energético de sintetizarlos. Esa es la principal ventaja de añadir aminoácidos a la solución nutritiva, que puede aprovecharlos sin tener que gastar energía sintetizándolos. Sus efectos sobre las plantas aumentan la formación de clorofila, estimulan el crecimiento y mejoran el efecto de los fertilizantes. Potencian la respuesta y la resistencia de la planta frente a situaciones estresantes como sequías, riego excesivo, heladas, temperaturas muy altas, enfermedades, plagas, exceso de sales... Activan la vida microbiana del suelo. Aumentan la producción y el cuajado de los frutos. Se usan en pulverización foliar o disueltos en el agua de riego. Aunque hay proteínas de origen vegetal y animal, las plantas no pueden absorber ni las unas ni las otras (ni las personas, por otra parte). Tanto las plantas como los animales necesitan que las proteínas se descompongan en aminoácidos para poder utilizarlos. Los animales realizan este proceso mediante la digestión de los alimentos pero las plantas, que no tienen sistema digestivo, requieren que la vida microbiana del suelo los digiera por ellas. Los millones de bacterias y hongos presentes en la tierra van descomponiendo la materia orgánica en elementos más simples que las plantas pueden absorber. El uso de aminoácidos disueltos en el riego aporta unos nutrientes de alto valor y muy fácil absorción que la planta puede usar inmediatamente. El uso más extendido de los aminoácidos es por pulverización sobre las hojas. Los aminoácidos son caros y, por tanto, como mejor se aprovechan es foliarmente, ya que si se aplican en el agua de riego solo una parte será absorbida por las plantas. Constituyen un buen fertilizante para ayudar a las plantas en momentos de muchos estrés o de debilidad, así como un buen estimulante general durante todo el ciclo de la planta. En plena floración, los aminoácidos facilitan que la planta engorde los cogollos. En principio no es necesario usar aminoácidos para lograr una buena floración; las plantas pueden desarrollarse perfectamente sin ellos. Sin embargo, su ayuda tampoco es despreciable, pues permiten que las plantas dispongan directamente de unos nutrientes complejos y muy útiles, además de estimular la vida del suelo, que, a su vez, genera fertilidad para el suelo.