Ventajas de los ledes
Las lámparas de ledes son bastante más caras que las de alta presión pero duran mucho más y gastan mucha menos electricidad. En suma, el desembolso es mayor al principio pero, a la larga, se amortizan de sobra.
La eficiencia de los ledes es superior a las lámparas de alta presión: no solo son capaces de producir más luz por cada vatio de electricidad consumido, además tienen un espectro más útil para las plantas. Una parte de la luz de la lámpara de alta presión no le sirve a la planta para realizar la fotosíntesis, algo que no sucede en el caso de los ledes (si se escogen del espectro adecuado, claro). En definitiva, con ledes de última generación se puede producir la misma cantidad de luz útil con la mitad de vatios que si usamos lámparas APS.
Los lúmenes, como unidad de medida de la luz, no son la mejor forma de medir la efectividad de una lámpara de cultivo, ya que tienen en cuenta la luz visible para los seres humanos y no la luz aprovechable por las plantas para realizar la fotosíntesis. Es mucho más útil usar PPF (siglas en inglés de flujo de fotones fotosintéticos), que solo tiene en cuenta la luz que las plantas utilizan. La unidad de medida del PPF es μmol/s. Una lámpara APS de 600 W produce cerca de 1.200 μmol/s de luz, es decir, unos 2 μmol/s por cada vatio de electricidad, mientras que los ledes de última generación superan los 3 μmol/s por vatio. Además, las lámparas de led producen muy poco calor, mucho menos que las lámparas de alta presión, lo que reduce mucho la necesidad de refrigeración del cuarto de cultivo, algo especialmente útil en verano. Si además tenemos en cuenta que las plantas de cannabis cultivadas bajo ledes crecen mucho mejor cuando la temperatura es de 28 a 30 ºC, veremos el gran ahorro en aire acondicionado que podemos conseguir si usamos ledes en los cultivos. El inconveniente de los ledes cuando se cultiva en invierno en zonas frías es que seguramente habrá que poner algún calefactor en el cuarto para alcanzar la temperatura óptima.
Los ledes son fríos y las plantas se pueden acercar mucho más a ellos sin quemarse. Como sucede con cualquier fuente de luz: cuanto más cerca está, mayor intensidad de luz.
Como regla general se puede sustituir una lámpara APS de 600 W por 400 W de ledes, lo que supone un ahorro energético del treinta por ciento. La intensidad de los ledes se regula muy fácilmente, por lo que se puede reducir o aumentar en función de la fase del cultivo en que te encuentres; es decir, las primeras semanas no es necesario poner la lámpara al máximo, con lo que se ahorra aún más electricidad.
El futuro del cultivo, sin duda, está en los ledes. Con los años cada vez serán más baratos y eficientes, pero ya hoy son una gran alternativa a los sistemas clásicos de alta presión. Si te puedes permitir una lámpara de ledes de calidad, no lo dudes, será una buena compra. Pero no malgastes el dinero en ledes baratos, que no darán buen resultado.