Appalachian Kush Early Version, una variedad del banco World of Seeds que evoca la majestuosidad de las montañas y la riqueza de su linaje. Su nombre nos transporta a las regiones montañosas del este de Estados Unidos, donde la naturaleza se levanta en todo su esplendor. Aquí, la Appalachian Kush encuentra su hogar e inspiración.
Esta variedad es el resultado de un cruce intrigante entre dos leyendas del cannabis: la American Green Krack y la Three Dawg. Su linaje es como un mapa genético que conecta tradiciones y experiencias.
Appalachian Kush Early Version es una planta híbrida de tamaño mediano con estructura predominantemente sativa. Sus hojas de color verde oscuro intenso se extienden hacia el cielo. Los cogollos largos y densos adoptan la forma característica de sativa y están cubiertos de una resina brillante en ambos lados de las flores.
Estará lista a los 45 días de floración en interior, con rendimientos de hasta 600 g/m2, y se cosechará a mediados de septiembre en exterior, proporcionando más de un kilo de producción.
Durante la fase de floración, sus flores despliegan una sinfonía de aromas complejos. Imaginemos el dulce perfume del mango maduro, la tierra húmeda y un toque de nostalgia Haze de la vieja escuela. Estos matices se entrelazan en una danza sensorial que llena el cuarto de cultivo.
Con un porcentaje aproximado del 24% de THC, Appalachian Kush Early Version no se queda atrás en potencia. Tras las primeras inhalaciones, los párpados se relajan y aparece una sonrisa en el rostro. Pero aún hay más: a medida que los usuarios se adaptan a sus efectos desorientadores, la percepción sensorial se vuelve más aguda. Las imágenes y los sonidos adquieren nuevas dimensiones, como si la propia montaña les susurrara secretos.
Su efecto es eufórico, estimulante y energizante. Es perfecta para tareas creativas y sociales, con un resultado lúcido y motivador, ideal para disfrutar durante el día. En resumen, Appalachian Kush Early Version es una joya del cannabis que combina lo antiguo con lo contemporáneo. Si alguna vez se tiene la oportunidad de cultivarla o disfrutarla, hay que prepararse para un viaje sensorial digno de las alturas de las montañas.
