¿Condenado a sufrir?
Moncho, es difícil desengancharse de las drogas más adictivas, y el amor creo que es una de las más potentes y de las más placenteras que existen. Lo que le ocurre a tu cerebro es que desea “chutarse” de dopamina, oxitocina, serotonina, y por eso siempre pide más. Si una droga te hace daño lo lógico es que quieras alejarte, sobre todo si te impide llevar una vida normal, porque las drogas son para disfrutar, no para sufrir.
Si una droga te sienta mal o te hace sufrir deberías dejarla, y para desengancharte a nivel químico lo mejor es el “contacto cero”, que puede ser pactado con ella o puede ser una decisión que tomes tú a solas. Lo importante es que te desintoxiques, y luego que poco a poco te vayas deshabituando. El duelo romántico es difícil, pero hay que pasarlo, y es mejor hacerlo solo una vez, para no caer en el círculo vicioso del duelo y la reconciliación, que nos hace sufrir más.
Al desengancharte podrás pasar a una etapa nueva de tu vida, y podrás vivir nuevas experiencias sexuales y amorosas, pues en cada etapa entran nuevas personas y salen otras, surgen nuevos afectos y aprendizajes que nos proporcionan nuevas herramientas para disfrutar más de la vida.
Tú piensa que no hemos venido a este mundo a sufrir, y que somos muy afortunados por poder vivir diferentes vidas dentro de una misma. Cuando logres pasar el síndrome de abstinencia, verás qué sensación de libertad tan maravillosa te invade: esa sensación de poder llevar tú el timón de tu barco y navegar donde tú quieras, no donde te lleve la corriente.
El amor no puede ser una cárcel ni una condena. El amor es una experiencia hermosa que podemos vivir con muchas personas diferentes. Piensa sobre todo en que no estás condenado a pasarlo mal, y que tienes derecho a disfrutar del sexo, del amor y de la vida con gente que no tenga impedimentos ni barreras para ello. Así que piensa en positivo: las cadenas que nos atan a las otras personas no son de hierro, sino de humo: desengancharse es más fácil de lo que parece. Animo, Moncho, ¡ya verás que no es tan difícil!