Cuando se te caen las diosas
Qué bueno ese despertar colectivo, y qué pena que lo hayáis tenido que hacer en plena guerra. Ahora que sois conscientes de lo que ha ocurrido, podríais aprovechar para hablar de las relaciones de poder, e incluir a la exdiosa para que ella también pueda aprender. Sin duda lo que os ha ocurrido a todas es de lo más común: los seres humanos buscamos figuras de referencia, modelos a seguir, heroínas y héroes que nos ofrezcan ejemplo de cómo enfrentar situaciones difíciles. Necesitamos diosas y dioses que nos muestren el camino, que nos protejan y nos cuiden, que nos enseñen todo lo que no sabemos y que nos acompañen. Mucha gente siente que ella sola no puede, y cuando hay un líder o lideresa todo es más fácil, porque solo hay que dejarse llevar. Lo difícil es que todo el mundo participe y asuma sus responsabilidades, que la gente aporte y se reparta las tareas. La autogestión no es tan cómoda como la obediencia, pero esta tiene un coste, y es que cuando obedeces a alguien tienes que renunciar a tu libertad para negarte a hacer algo o para opinar diferente. También las personas sumisas ejercen su poder desde abajo, hasta tal punto que juntas pueden derribar a todas las diosas y dioses que se propongan, como ha sido en el caso de tu colectiva.
Si admitís que vuestra diosa estaba en el altar porque vosotras la elegisteis y os ponéis a pensar en cómo construir relaciones horizontales entre todas, es posible transformar lo que teníais antes en algo nuevo. Lo importante es que podáis hacer todas autocrítica amorosa, y que podáis cuidaros unas a otras en este proceso, para aprender a quereros tal y como sois, con vuestras imperfecciones, y para haceros responsables de los cuidados que precisa vuestro colectivo, que hasta ahora estaban en manos de la diosa. Ella puede aprender a usar su poder de otra manera, para no hacer daño a nadie, para aprender a escuchar, para no imponer su modo de hacer las cosas, para ser más humilde y para relacionarse en igualdad con las demás. Vosotras podéis aprender a autogestionaros sin lideresas que os digan lo que tenéis que hacer, aprender a ejercer el poder alternando los roles, y sin someteros unas a otras. Si lográis aprender a resolver vuestros conflictos sin haceros daño, entonces podréis disfrutar mucho de vuestro grupo, ojalá que lo consigáis. Otro besazo de vuelta, Fati.