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Duele más separarse de una amiga que de tu novio

El año pasado rompí con una de mis amigas de toda la vida y jamás me había sentido tan triste y desolada. Ya he pasado por cuatro rupturas de pareja y he salido de los duelos en tres meses, pero con mi amiga no es tan fácil: ya casi hace un año que me separé de ella y no logro superarlo. La echo muchísimo de menos y a veces me da una llorera imparable cuando pienso en ella. Me duele profundamente que me haya dejado de querer, y mi cerebro no quiere aceptarlo, aunque trato de convencerle de que ya no hay nada que hacer. Mi amiga me dijo que la relación había terminado y que quería contacto cero, y yo lo acepté, pero a veces me muero de ganas de llamarla. 

Además, me da mucha rabia pensar que todo se debe a diferencias ideológicas y a cuestiones políticas. Yo intenté que ella no rompiera la relación explicando que para querernos no necesitamos pensar lo mismo ni votar lo mismo, pero ella me dijo que no puede ser mi amiga porque soy cada vez más radical en mis posturas: dice que soy demasiado de izquierdas. Me muero de la rabia porque durante todo el tiempo que fuimos amigas mis ideas nunca fueron un problema, y porque con las demás amigas puedo hablar de política tranquilamente. 

Aunque te suene raro me siento abandonada, y aunque sigo muy dolida, también sueño con la reconciliación. Como soy muy respetuosa, no pienso saltarme el contacto cero que me impuso, pero en el fondo de mi alma me gustaría decirle lo mucho que la quiero y lo mucho que la necesito en mi vida. No comprendo por qué duele más una separación con una amiga que con un novio, ¿a ti te parece normal?, ¿qué puedo hacer para dejar de quererla tanto? Muchas gracias, Coral.

Tere

Tere querida, pues sí me parece normal. Los novios van y vienen, pero las amigas son uno de los mayores tesoros de la vida. Con ellas compartimos mucha más intimidad que con los hombres: podemos caminar desnudas, podemos abrirnos en canal y mostrarnos tal y como somos. Con las amigas podemos ser realmente nosotras, porque con ellas nos sentimos seguras. Ellas son refugio cuando todo va mal, con ellas vamos creciendo y compartiendo muchas experiencias fuertes, con ellas nos morimos de la risa y aprendemos muchas cosas nuevas. Con ellas crecemos y evolucionamos acompañadas. 

Es normal que aún te sientas así: perder a una mejor amiga es una de las experiencias más dolorosas del mundo. Es probable que la sigas queriendo para siempre y que te acuerdes de ella en los últimos días de tu vida. Y eso es bonito. El amor que sientes por ella puede seguir vivo en ti, aunque no la veas y no puedas disfrutar de su amistad. También te digo que la vida da muchas vueltas y a veces nos separa y nos vuelve a juntar. Con el tiempo puede que a ella se le pase el enfado o pueda ver las cosas de manera distinta, pero tú mientras tienes que hacer tu vida y tirar para delante Al ego le cuesta muchísimo aceptar que alguien a quien amamos ya no nos quiere en su vida, pero una vez que lo aceptas con humildad es más fácil. Con el tiempo ya veréis si la vida os vuelve o no a juntar, ahora lo mejor es que cada una haga su camino y tú pases tu duelo rodeada de tu gente querida. Te mando un abrazo muy grande para que el dolor se haga chiquito. Mucho ánimo y mucha fuerza. 

Coral Herrera

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