Estar sin pareja: ¿soledad o libertad?
Me siento muy sola y desorientada desde que rompí con mi última pareja. Desde los quince siempre he tenido novio, y ahora que tengo veintisiete me he dado cuenta de que no llevo muy bien lo de vivir sola y hacer todo sola. Me siento como desprotegida. Rompí con mi novio porque me aburría mucho y ya no nos apetecía apenas tener sexo. Él lo pasó muy mal. Yo lo que quería es conocer gente nueva, pero ahora lo echo de menos, y estoy segura de que él a mí también. Aún no tiene pareja nueva, y a veces me dan ganas de llamarle. Mis amigas dicen que es cuestión de acostumbrarse a la soledad, que en lugar de buscar una nueva pareja me dedique a disfrutar de mi libertad. Pero ¿cómo lo hago si nunca he estado sin novio?
Miren, es normal que te sientas rara si siempre has tenido pareja: míralo como una oportunidad de vivir la vida desde otra perspectiva. Si tu ex lo pasó mal y ahora está mejor, no es justo que vuelvas con él solo porque te aburres; sé generosa y deja que haga su vida. Puedes vivir perfectamente echándole de menos, verás que si te pones a hacer las cosas que más te gustan, será más fácil que conozcas gente nueva que enriquezca tu mundo. Estar sola es una de las aventuras más maravillosas que podemos vivir: hay cosas que solo se pueden hacer en soledad. Puedes aprovechar para profundizar en ti misma y conocerte mejor, construir una relación bonita contigo misma, inventarte proyectos que te apetezcan, hacer cosas que nunca has hecho, entrar en otros mundos: ahora tú eres la única guionista de tu película, y la protagonista, la directora, la actriz… Diseña una vida linda para tu personaje: rodéalo de gente estupenda, amplía su red de afectos y de amores, abre caminos para que pueda disfrutar de toda la diversidad que hay en el mundo. Así será más fácil volver a enamorarte de nuevo y disfrutar de la vida, tengas o no tengas pareja.