Hay vida después del divorcio, y se está superbién

¿Qué hay después del divorcio? Hay una nueva vida. Mucha gente no se divorcia porque cree que el proceso es una guerra infernal, y que después viene la soledad. Y a mí me gustaría contar aquí que después del divorcio lo que llega es una vida nueva. Es el momento ideal para reiniciar tu vida, para dejar atrás todo aquello que te pesaba, para liberarte a todos los niveles. Cuando pasas el duelo, estás estrenando un nuevo yo, y es delicioso poder configurarlo a tu manera, y atreverte a ser y a hacer un montón de cosas que antes no hacías. Yo aconsejo a las mujeres que se divorcien porque es cuando todas florecemos: divorciarse es un camino hacia la primavera, y en el proceso brota la alegría de vivir con una fuerza imparable, como la de los ríos cuando empieza el deshielo.
Para los hombres también es una oportunidad maravillosa para adquirir la autonomía que nunca tuvieron, y para aprender a estar solos. Hay muchos hombres que pasan media vida dependiendo de sus madres y la otra dependiendo de sus compañeras, por eso, cuando los hombres se separan, muchos se convierten por fin en hombres adultos y responsables, sobre todo, los que tienen hijos.
Para las parejas que han pasado años batallando, es una auténtica liberación dejar de pelear. Empezar a vivir en la paz y en la tranquilidad es un regalo de la vida, y separarse no tiene por qué condenarnos a la soledad. Si has cuidado a tus amigos y amigas durante el tiempo que estuviste en pareja, tendrás una bonita comunidad alrededor tuya, y si te separas con amor de tu pareja, ella o él podrán formar parte también de esa comunidad.
Me pregunto siempre por qué no me divorcié antes y creo que es porque no podía imaginarme que iba a estar tan a gusto y tan contenta. Pensaba que era un follón, pero fue mucho más fácil de lo que creía. Y cuando me recuperé del duelo salí del capullo y me convertí en mariposa. Y hoy vuelo feliz. Me gustaría que todo el mundo supiera lo bien que se vive cuando te divorcias. Gracias por el espacio, Coral.
Muchas gracias a ti, Helenait, por compartir estas reflexiones con nosotras. Yo también aconsejo mucho a las mujeres que se divorcien, porque tengo varias amigas que están muy felices desde que se separaron y les pasa como a ti, que se preguntan por qué no se divorciaron antes. Es verdad que muchas veces damos por supuesto que el divorcio es un fracaso, una tragedia o un drama, y que hay que empezar una guerra horrible para sufrir y hacer sufrir al otro. Pero la realidad es que el divorcio es una liberación cuando la relación está basada en la batalla por dominarse, o cuando ya se acaba el amor y solo quedan luchas de poder. Hay parejas que viven sumidas en el rencor, pero no se atreven a separarse porque no se imaginan a sí mismas felices y contentas en el futuro, disfrutando de su soltería y su libertad. Y solo hay que mirar alrededor para ver lo radiantes que están las mujeres divorciadas.
El problema que tenemos ahora para divorciarnos es que se ha convertido en un lujo al alcance de muy pocos, porque la economía no da. Estoy segura de que, si bajaran los precios de la vivienda, habría muchas más parejas separándose, pero la gran mayoría viven atrapadas por las hipotecas y las deudas. Por eso hay que seguir en pie de guerra contra la especulación, la gentrificación, el turismo salvaje y los fondos buitre. Solo con autonomía económica seremos realmente libres para juntarnos o para separarnos. Por esta razón decimos que el amor romántico es un tema político, social y económico: sigamos llenando las calles de las grandes ciudades exigiendo nuestro derecho a divorciarnos y a empezar una nueva vida. Un abrazo, Helenait.