En realidad, es una técnica masculina muy antigua y muy efectiva para enamorar a las mujeres. Hay algunos hombres que lo hacen para conseguir pareja y conquistar a su amada, y otros la usan para manipular y para poner de rodillas a las mujeres. Consiste básicamente en enamorar a una mujer inflando su ego y susurrándole palabras de amor hasta que ella se derrita por completo. 

Afortunadamente, algunas mujeres hemos tenido acceso al Manual para enamorar mujeres, y hemos puesto en marcha nuestras propias estrategias de autodefensa. Lo primero es conocer a fondo su modus operandi. Te hago aquí un resumen de cómo los hombres usan esta técnica para enamorar a mujeres. 

Fase 1

Consiste en enviar mensajes directos al ego de la mujer que se quiere conquistar para que crea que es una mujer muy especial, una persona única en el mundo, una estrella que brilla con luz propia. A las mujeres nos educan en el narcisismo desde muy pequeñas para que nuestra autoestima dependa siempre de un hombre, así que cuando un hombre se siente atraído por nosotras, y aún más, cuando se enamora de nosotras, nuestra autoestima aumenta. 

A la vez que aumenta la autoestima aumenta el ego, que necesita constantes aplausos, likes, halagos y piropos. El ego nunca tiene suficiente, siempre está esperando reconocimiento de los demás, y es insaciable. El ego es tremendamente inseguro, y por eso es tan eficaz hincharlo con palabras bonitas: lo primero es hacer creer a la mujer que ella no es como las demás y que nos hemos fijado en ella porque es maravillosa. Es diferente, es extraordinaria, es una fuera de serie. 

Es muy importante alabar en todo momento la belleza: “estás espectacular”, “qué lindo peinado tienes hoy”, “cómo me gusta tu perfume”, “qué bien te sienta ese vestido”, “me excitas muchísimo”, “qué guapa eres, con y sin maquillaje”. Y una de las mejores frases es: “eres bella por fuera y por dentro”. 

Fase 2

“Me estoy enamorando”: esta fase consiste en desnudarse y explicar que estás empezando a sentir algo que es más grande que tú y que no puedes evitar. Las frases más comunes que usan los hombres, y que puedes encontrar tú misma en Google, son: “no puedo dejar de pensar en ti”, “estoy cada vez más atrapado”, “me siento muy feliz cuando estamos juntos”. 

Para darle fuerza a sus declaraciones de amor, usan un recurso muy común: confiesan que aunque han estado con muchas mujeres, nunca han creído en el amor romántico y nunca se han enamorado de verdad. Y que ahora están experimentando algo nuevo que les remueve profundamente: nunca habían sentido lo que están sintiendo ahora por ti. 

Pueden derretir a una mujer con esta frase tan bonita: “es la primera vez que siento amor de una forma tan intensa, no puedo explicar la de cosas que estoy empezando a sentir por ti, yo que nunca había querido abrir mi corazón a ninguna mujer”. Esto convence a muchas mujeres de que los sentimientos son auténticos y puros, y después basta con mezclar un poco de poesía con unas frases bonitas extraídas de internet para parecer un hombre romántico y sensible.

Fase 3

La última fase consiste en invitar a la mujer a soñar con el futuro juntos, a hacer promesas, a fantasear con la posibilidad de amarse para siempre, de casarse, de formar una familia feliz… Así ella se ilusiona de verdad y cae enamorada hasta el fondo. Hay muchas parejas que empiezan así, y que disfrutan mucho de su romance. El problema es cuando la usan los narcisistas, que solo disfrutan ejerciendo su poder para que la otra persona sufra. 

En este caso, ellos pasan a una última fase llamada “el retiro del amor”, y que consiste en dejar poco a poco de halagar y piropear a la enamorada, mostrarse menos cariñosos y menos disponibles. Empiezan a retirar las atenciones y las frases bonitas, actúan como si se les hubiera pasado la fascinación del principio, y así es como ellas empiezan a sufrir y a pasarlo mal, lo que potencia la intensidad del amor que ellas sienten. Después se dedican a alternar una de cal y otra de arena. 

Ahora que conocemos estas estrategias para enamorar mujeres, por fin podemos defendernos y ayudarnos entre nosotras a identificarlas para no caer en la trampa: ahora que ya conocemos el modus operandi, ya no nos engañan más.