Lo importante para poder conocer bien a este chico es ir despacito. Si no estás segura de cómo es, lo mejor es frenar un poco el ritmo y no dejarte llevar por la dinámica de la relación. Eres tú la que tienes que ir marcando los tiempos y viendo cómo es, cómo se comporta, si hay coherencia entre lo que dice y lo que hace, y si trata bien a la gente. Lee las señales que te manda su cuerpo y su forma de actuar: ¿habla bien de las mujeres?, ¿habla con respeto a los demás?, ¿te trata bien?, ¿cómo es cuando se pone nervioso o estáis en un momento difícil?, ¿cómo te trata cuando se enfada?, ¿sabe gestionar sus emociones o estalla?, ¿es controlador, es celoso, es posesivo?, ¿respeta tu libertad?, ¿le gusta realmente cómo eres?, ¿te sientes confiada y segura a su lado?, ¿cómo han sido las relaciones con sus ex?, ¿tiene actitudes machistas?, ¿tiene complejos de superioridad o inferioridad?, ¿sabe hacer autocrítica?, ¿es capaz de hablar de sus errores?, ¿cómo te trataría si le dijeras que quieres acabar la relación?, ¿te lo imaginas como ex?, ¿es capaz de aprender de sus propios errores?, ¿cómo reacciona cuando algo no le sale bien?, ¿trata bien a la gente?, ¿cambia su comportamiento en la intimidad y en público?, ¿cómo habla de tus seres queridos?, ¿qué opinan los demás de él, cómo os ven desde fuera?... El ir haciéndote estas preguntas te puede ayudar a entender si puedes o no confiar en que estás segura, si merece o no la pena estar con él, si es capaz de gestionar o no sus emociones en momentos intensos. Si no lo ves claro, pregúntale a tu gente querida, y escúchales con atención. La gente que te quiere siempre desea lo mejor para ti, y desde fuera se ven cosas que quizás tú no puedas percibir. Confía en ellos y en ellas, y confía también en tu criterio. Suerte, y un abrazo enorme.