Mi pareja me odia

Desde hace unos meses mi pareja me habla con desprecio y tengo la impresión de que me odia, pero cuando he querido hablar con él, lo niega rotundamente. Yo percibo un profundo rencor en su forma de hablarme, pero él se enfada y dice que estoy loca. Delante de los demás me sigue tratando como siempre, a mi alrededor nadie nota nada. Pero cuando estamos a solas yo noto que ya no le gusta mi forma de ser, ni mi forma de pensar, y que le irrita profundamente todo lo que digo y hago. A veces me mira con ojos de odio, pero él dice que son paranoias mías.
Apenas tenemos relaciones sexuales: antes me miraba con deseo, ahora siento que no le gusta mi cuerpo. Cuando estoy desnuda, no es indiferencia, es más bien irritación. Es todo tan sutil que es difícil de demostrar. Le molesta todo lo que digo y hago, pero no me insulta ni me trata mal. Es simplemente que me duele lo que me dice y cómo me lo dice. Sobre todo, cuando bromea; es hiriente. Su sarcasmo y sus ironías se me clavan como cuchillos en la espalda.
El otro día, viendo un álbum de fotos, me di cuenta claramente: en muchas de las fotos su mirada hacia mí era de admiración y ternura. Las tres veces que hemos hablado de este tema me dice que estoy fatal de la cabeza y que vaya a pedir ayuda a una psicóloga.
Su desprecio me está afectando a la autoestima, porque cuando me miro en sus ojos me veo fea y estúpida. No me gusta la persona que veo. Antes lo que veía era una diosa: cuando se enamoró de mí me idolatraba como si fuese el ser más especial del universo. Se le iluminaba la mirada cuando me veía aparecer, ahora me mira como si en algún momento le hubiera hecho daño, y cuando le pregunto si hay algo que le haya dolido, si hay algo imperdonable que yo le haya hecho, me dice que no una y otra vez. No le he puesto los cuernos, no le he mentido nunca, no me he portado mal con él. Le he apoyado en los momentos difíciles, y he estado ahí para él cuando me ha necesitado. Creo que he sido buena compañera en estos años.
Y, sin embargo, en casa noto una vibra muy oscura. Entro por la puerta y siento que el cuerpo de él se pone en tensión. Se le borra la sonrisa. Sé que no estoy loca. ¿Tú que me aconsejas?
Te aconsejo que dejes a tu pareja, Mónica. No le des más vueltas al porqué de su rechazo. Hazte caso a ti misma y mantente conectada con lo que sientes. Tus sentimientos son válidos y te están dando una información: si percibes desprecio y rencor, es porque algo está pasando. Tú no te lo estás inventando para fastidiarle la vida. Si ya te has dado cuenta de que este desprecio te está afectando la autoestima, toma medidas: si te quedas en esa relación vas a pasarlo muy mal. Él está usando la estrategia del negacionismo para no enfrentarse al problema y que parezca que es asunto tuyo.
Date cuenta, amiga, que, si tu pareja estuviera conectada contigo, estaría muy preocupado por el dolor que estás sintiendo. Se preguntaría a sí mismo: ¿qué estoy haciendo para que mi pareja se sienta así de mal? Cuando algo ocurre en una pareja, lo normal es plantearse qué podría hacer uno mismo o una misma para mejorar la situación. Él, en cambio, opta por la estrategia de culpabilizarte a ti; que te diga que estás loca es una bandera roja como una catedral. Déjale ya.