¿Puede el amor esperar?
Me he enamorado locamente de una compañera de trabajo que llegó hace poco a la oficina, y ella también se ha enamorado de mí. Somos amantes desde hace un año, ambos estamos casados y tenemos hijos e hijas. Yo quiero divorciarme de mi mujer y empezar una nueva vida con mi compañera, pero ella no quiere. Me ha pedido que espere cinco años hasta que la pequeña alcance los dieciocho. Dice que ahora mismo está inmersa en la crianza y que su prioridad son sus hijas. Que está muy enamorada de mí y que está disfrutando mucho la relación, pero que por el momento el centro de su vida gira en torno a sus niñas.
Su marido viaja mucho por trabajo y prácticamente está criando sola, pero no se queja porque prefiere que su marido no pase mucho tiempo en casa. Además, ha puesto un consultorio de terapia y se ha metido en un proyecto para construir una Casa de Mujeres en su pueblo. Está entusiasmada.
Ella me dice que nuestra relación le hace mucho bien, pero evidentemente no soy el centro de su vida. Y me da mucha rabia porque, para mí, ella es la mujer de mi vida y el centro de mi universo ahora mismo. Me he pasado todo este tiempo trabajando y atrapado en una relación en la que no me siento admirado ni reconocido ni querido.
Ahora que por fin encuentro al amor de mi vida, y que me siento correspondido, me encuentro con que no puedo vivirlo en libertad. Yo, por más que lo intento, no comprendo cómo me dice que me espere ¡cinco! años. Siento que me estoy haciendo mayor y quiero vivir todo lo que no he vivido, y quiero sentir la intensidad de la vida. Quiero disfrutar del amor sin trabas ni obstáculos.
Tengo mucha prisa por vivir, pero ella me dice que no tiene ninguna prisa, y que prefiere que nuestro amor se cocine poco a poco, “a fuego lento estará más sabroso”.
Un día, al principio de la relación, me dijo: “Ojalá te hubiera conocido más tarde”. Y yo me pregunto: ¿es que ahora no le viene bien enamorarse? Veo que otras parejas con hijos se separan y se juntan con otras parejas y no hay ningún problema, ¿por qué no podemos hacerlo nosotros también? Mi psicólogo me dice que solo tengo dos opciones: o esperar cinco años como amante o dejar la relación ya. Y me pregunto si no habrá más opciones. Y si solo tengo estas dos, ¿cómo hacer para aceptar que no soy lo más importante de su vida?, ¿cómo esperar cinco años?, ¿puede el amor esperar?, ¿tú que me aconsejas?
¡Hola, Tiago! Creo que efectivamente solo tienes estas dos opciones: o dejar la relación o disfrutarla al ritmo que ella necesita. La primera opción es quizás la más práctica: ambos tenéis necesidades diferentes, ella está muy comprometida con su maternidad, su proyecto profesional y sus actividades políticas y sociales. Tú, en cambio, quieres ser el centro de su vida y que ella sea el centro de la tuya.
Esta diferencia te puede hacer sufrir mucho, porque los dos no estáis en el mismo momento ni tenéis las mismas necesidades. El amor no es suficiente para construir una relación: también tiene que haber condiciones para que podáis disfrutar ambos.
La segunda opción es seguir la relación con ella asumiendo que de momento vas a ser un amante, que el divorcio de ella llegará más tarde y que en esta historia no eres el protagonista, sino un actor más entre varios personajes.
Eres tú quien debe evaluar y sopesar si crees que vas a poder disfrutar o no. Si te genera sufrimiento, es mejor que dejes la relación, pero si eres capaz de adaptarte a la propuesta que te ha hecho (seguir unos años de amantes), entonces tienes que hacerlo sin reproches y sin reclamos.
Intentar presionarla no funcionará, y te puede frustrar mucho empezar una lucha de poder para imponer tus necesidades, porque ahora las mujeres hemos aprendido a negociar, a expresar lo que queremos y necesitamos, y ya no estamos dispuestas a dejarlo todo por amor. Ahora ya no queremos renunciar a nuestras pasiones, a nuestros proyectos ni a nuestra gente querida: es un cambio cultural enorme que está transformando la forma de relacionarse de las mujeres.
Como mujer, yo entiendo que ella dé prioridad a sus hijas, a su trabajo y a su grupo de amigas, y también te entiendo a ti porque cuando te enamoras hasta las trancas lo único que deseas es pasar tiempo con tu amor. También sé, porque lo he vivido, que cuando no estamos en sintonía y no hay reciprocidad, es fácil sufrir y pasarlo mal.
¿Qué puedes hacer para no sufrir? Te puede ayudar mucho trabajar en lo que sientes al no ser el protagonista y no estar en el centro para adaptarte al tipo de relación que ella te propone. Puedes trabajar el ego y la autoestima, puedes trabajar la paciencia y la espera, pero si sientes que no puedes con ello, lo mejor es priorizar tu autocuidado y dejar la relación. Un abrazo, Tiago.