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Quiero una mujer libre

Soy poliamoroso, y para mí la fórmula ideal es tener una pareja estable, que sea la principal, y luego poder tener varias más informales. Pero parece imposible poder vivir algo así, principalmente, por los problemas que causa la falta de tiempo para cuidar de todas tus parejas, pero también por los celos y las inseguridades que surgen y los follones que se montan cuando te enamoras locamente de una persona nueva. Me pregunto por qué es más difícil tener una pareja que dure cuando eres poliamoroso y por qué, en general, las parejas monógamas duran más que las poliamorosas. ¿Será porque las monógamas tienen menos conflictos?, ¿o porque las monógamas viven una vida más tranquila y aburrida y se conforman con lo que hay? Conozco parejas poliamorosas que han durado mucho tiempo, pero no es la norma. En mi entorno poliamoroso la mayor parte de las parejas duran poco, lo que dura la pasión sexual. Siento que las mujeres sufren mucho más que los hombres, y para ellas es más difícil, porque son más dependientes. Mi sueño es encontrar a una compañera con la que poder tener una pareja estable y duradera, y que a la vez podamos disfrutar de otras relaciones que sean más informales o más esporádicas. Quiero ser libre y que ella sea libre, pero ¿cómo hacer para que dure? Mi mejor amiga me dice que no se puede querer todo en esta vida y hay que elegir entre tener pareja estable y tener muchas parejas, pero a mí la mezcla de ambas formas me parece la mejor, la más práctica, o más bien, es la que a mí me gustaría tener. Creo que sería feliz así, sin embargo, no lo he logrado con ninguna mujer. ¿Crees de verdad que hay que elegir entre una de las dos cosas?
Navarro

¡Hola, Navarro! Dado que el amor es una ilusión, es difícil ser feliz en la realidad, la verdad, lo mismo en la monogamia que en la poliamoría. Las relaciones humanas son complejas y difíciles, pero es obvio que la monogamia es más fácil y más cómoda, sobre todo para vosotros los hombres.

Lo difícil es intentar otras maneras de relacionarse y de quererse en un mundo que sigue con las mismas estructuras amorosas que hace un siglo, sobre todo para nosotras las mujeres. Mientras ensayamos nuevas formas de querernos, lo importante es no sufrir y no hacer sufrir a los demás, y tratar de disfrutar de nuestras relaciones el tiempo que duren, lo mismo las que duran años que las que duran una noche.

¿Sabes por qué nos cuesta tanto amar en libertad y en igualdad? Porque las mujeres no somos libres ni tenemos los mismos derechos. Para nosotras el amor de pareja no es un juego, es una droga muy potente que nos hace dependientes.

El precio que pagamos las mujeres por amar y vivir de otra manera es demasiado alto, y a la mayoría no nos compensa. Por eso estamos haciendo la revolución, para que todas podamos tener las relaciones que queramos, liberarnos de la monogamia y la heterosexualidad obligatoria, y de las relaciones de abuso y explotación.

Mientras nosotras nos liberamos, ¿qué puedes hacer tú? Si quieres que las mujeres con las que te relacionas sean libres, lo primero es derribar el patriarcado que llevas dentro. La mayor de las revoluciones es la que haces tú en tu interior, cuando empiezas a revisarte, a hacerte preguntas, a cambiar la forma en que te relacionas con los demás hombres y con las mujeres. También tienes que aprender a cuidarte y a cuidar tus relaciones: hoy en día no hay nada más subversivo que los cuidados.

Desde los cuidados es mucho más probable que puedas construir una relación abierta y hermosa con una compañera, y que ambos podáis disfrutar en igualdad de condiciones. Que tengas mucha suerte, querido Navarro, y que si encuentras a tu compañera ideal lo disfrutes mucho mientras dure.

Coral Herrera

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