Sexo anal
¿Cómo se te ocurrió la idea de que el sexo anal debe ser siempre mutuo? Me quedé impactado cuando lo leí. ¿Cómo reaccionan los hombres cuando lo dices en público?, ¿cómo reaccionan las mujeres?, ¿crees que los hombres perderán el miedo algún día al placer anal?
Esto de que el sexo anal debe ser siempre mutuo y recíproco se me ocurrió cuando una enfermera, en un taller de mujeres, nos contó que cada vez iban más chicas con desgarros anales a urgencias, que no era por violación, y que acudían acompañadas de sus novios. Algunas tienen que pasar por quirófano una o varias veces, pero no se denuncia como violencia sexual porque se lo hizo el novio, no un desconocido.
Me di cuenta de que como esto no sucede al revés, es decir, no hay chicos en urgencias con desgarros anales, era importante explicarle a esas chicas no solo para qué sirven los lubricantes, sino también ayudarles a entender que todo en el sexo debe ser mutuo, lo mismo el sexo oral que el sexo anal. No es solo que ambas partes sientan el mismo deseo de tener la relación, también las prácticas sexuales deben ser igualitarias, y el culo es igual en hombres que en mujeres. No hay diferencias, excepto que el culo de los hombres es una zona erógena y disfrutan mucho más del placer anal.
Los hombres, cuando hablo de esto, generalmente reaccionan con estupor. Algunos se ponen rojos, otros ponen cara iracunda, otros se quedan boquiabiertos y no saben qué decir. Entonces me dirijo a ellos y les hablo de sus orgasmos: los hombres pueden alcanzar el cielo estimulando su culo porque tienen su punto G en la zona perineal. Les animo a conocer mejor su cuerpo, a encontrar ese punto G y a abrir sus anos al placer, sin miedo y con alegría. Les hablo de los artilugios que se venden para la penetración masculina, y les animo a trabajarse el miedo al culo y la homofobia.
Algunos sonríen y se ríen, otros me miran con cara de odio cuando les animo a que se abran, física y mentalmente, al placer anal. Les animo a que sean curiosos y valientes, y dejen de ver el sexo anal como un acto de dominación. Les explico que el lubricante es su gran aliado en la búsqueda del placer.
La verdad es que al final de las formaciones la mayoría de ellos no me aplaude y salen muy serios de la sala, no sé por qué será. Las que salen muy contentas son ellas, hablando entre risas de cómo van a aplicar con sus parejas esto de que todo en el sexo debe ser mutuo y recíproco.
No sé muy bien si lo lograrán, pero estoy segura de que, aplicando esta máxima, los chicos valientes disfrutarán más del sexo y bajarán seguro las cifras de desgarros anales en chicas jóvenes.