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Si no es mutuo, no funciona

Siempre me pasa con mis parejas que yo soy la que se enamora más, y ellas se enamoran menos o no se enamoran. Me engancho, me entrego, me doy por completo, pero ellas no se entregan igual. Pese a las decepciones, sigo creyendo en el amor romántico, sigo creyendo que es posible encontrar a tu media naranja y quererse para siempre. Siempre siento una descompensación que me hace sufrir mucho, porque mis parejas son sinceras conmigo, pero a mí me duele mucho, y no logro entender por qué no se enamora ninguna de mí. ¿Qué es lo que me falta?, ¿qué se puede hacer para enamorar a alguien?, ¿por qué me quedo en esas relaciones en las que nunca llegamos al compromiso afectivo?, ¿por qué duran tan poco mis parejas? Sé que hoy en día nadie quiere comprometerse, pero yo quisiera encontrar a alguien con quien poder vivir una historia de amor, y siempre pienso que mi amor puede enamorar al otro, que si soy paciente y espero, al final se dará cuenta de lo que valgo y de cuánto necesita mi amor. Pero el caso es que no me funciona. ¿Qué crees que me está pasando? Gracias por todo, Coral.
Merche

Merche, creo que te pasa un poco lo que nos pasa a todas: el mito romántico nos ha hecho creer que el amor todo lo puede, y nos pide que amemos sin esperar nada a cambio, aunque en realidad todas necesitamos recibir amor y cuidados. Parece que amar a alguien con total entrega es un acto de generosidad, pero en realidad es también un acto de egoísmo: en el fondo lo damos todo para poder recibirlo todo, y nos sentimos muy frustradas si las personas a las que amamos se aprovechan de nuestros sentimientos para recibir sexo y cuidados. Nos han hecho creer que lo único que podemos hacer las mujeres es amar y esperar sentadas a que nos amen, aunque duela. Entonces hay que romper con esta idea porque lo cierto es que estar en relaciones donde no hay reciprocidad duele un montón y no sirve para nada. Amar sin ser correspondida es una pérdida de tiempo y de energía enorme, un despilfarro total. Por eso es tan importante que aprendas a dosificar el amor que tienes dentro de ti, que no te olvides que la porción más grande del pastel es para ti y para la gente que te cuida y te quiere, y que la pareja no es la relación más importante de tu vida. En realidad, los amores van y vienen, y algunos ni siquiera empiezan, y cuando no empiezan hay que saber retirarse a tiempo. Creo que hay que autorregularse en esto del amor, porque amar sin ser correspondida es demasiado doloroso y no es útil: al empezar una relación, hay que ir con cautela para poder conocerse bien y para ir viendo qué estamos sintiendo cada uno, qué nos apetece a cada uno, y si hay condiciones para empezar una relación, porque a veces no las hay. No merece la pena esperar al milagro romántico: eso solo pasa en las películas. Este milagro es una trampa para tenernos entretenidas y de rodillas frente a un hombre.

En la vida real, no podemos hacer nada para que alguien se enamore de nosotras, pero sí podemos cuidarnos, sí podemos trabajarnos, sí podemos tomar decisiones que nos ayuden a vivir mejor. Piensa que hay mucha gente que no aprecia nada el amor que recibe, y piensa bien dónde pones tu amor, tu tiempo y tu energía, y con quién quieres compartir tu vida. Tú eres dueña de tu amor y eres la responsable de tu salud mental y emocional y de tu cuidado: no desperdicies tu energía y piensa que te mereces poder disfrutar del amor con gente que tenga la capacidad para disfrutarlo. 

Coral Herrera

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