Zombie del amor
Para volver a la vida normal primero hay que pasar el síndrome de abstinencia. Es un poco como cuando pasas un fin de semana entero de fiesta y luego tienes que sufrir la resaca la semana entera: te da la vida acordarte de lo bien que lo has pasado, pero tienes que volver a tu vida normal para ser productiva y acomodarte al ritmo de producción, aunque te duela la cabeza y te sientas baja de energía: el capitalismo no nos deja tiempo para vivir los duelos ni para recuperarnos de las pérdidas, enseguida tenemos que volver a la “normalidad”. Cuando vivimos experiencias maravillosas o extraordinarias como la del amor, volver a la normalidad es una tarea titánica, porque llevamos vidas muy rutinarias y grises. Después de vivir con tanta intensidad, no es fácil regresar a lo de antes, porque hay que disciplinar el cuerpo y la mente para volver a estar tranquilas y volver a ser funcionales. Es muy importante que te cuides mucho, que bebas mucha agua, que comas bien, que descanses, que hagas ejercicio para que te suban las endorfinas y que también puedas hablar con tu gente de cómo te sientes y expresar tu tristeza llorando lo que necesites. Es una cuestión de tiempo: la intensidad química irá bajando como cuando dejas una adicción, y te irás sintiendo mejor conforme pasen los días y las semanas. Piensa que también tu relación ha sido maravillosa porque tenía un final, y no os ha dado tiempo a conoceros en profundidad ni a tener desencuentros ni a aburriros juntas. Por eso piensa que has tenido mucha suerte de poder vivir un amor especial durante un tiempo y quédate con los recuerdos bonitos, intentando no mitificar la relación y tratando de tener los pies en el suelo. Creo que es difícil que después de vivir un tsunami romántico podamos seguir como si no hubiese pasado nada: lo que has vivido ha sido una experiencia maravillosa y no tienes por qué expulsar esa vivencia fuera de ti; ya forma parte de ti y lo mejor es que has podido disfrutar de cada segundo. Ha sido un gran regalo de la vida, que a veces nos pone gente maravillosa en el camino para que aprendamos y gocemos. Ya se terminó, y ahora toca seguir, tratando de que nuestras vidas tengan sentido, algo muy difícil en estos tiempos. Verás cómo vendrán nuevas experiencias y nuevos amores: ahora disfruta de los recuerdos bonitos que tienes y piensa en todo lo que te queda por vivir. Un abrazo enorme.