Cartagena de Indias se convirtió durante el fin de semana del 9 al 11 de mayo en la capital del conocimiento cannábico. Más de 1.400 empresarios nacionales e internacionales se dieron cita en el Centro de Convenciones de la ciudad para asistir a ExpoCannabiz 2019, un congreso que demostró la actual vigencia del cannabis como realidad terapéutica y milagro económico.
Los que pensaban que bastaba con lanzar semillas al suelo, regar, recolectar y vender a precio de oro, se fueron decepcionados.
Además de las más de veinte charlas de profesionales y expertos del sector que ocuparon la programación en el Centro de Convenciones, en varios hoteles cartageneros se llevaron a cabo encuentros y talleres donde los asistentes pudieron tomar nota de cómo sacar una licencia o como conseguir pasar los estrictos controles de las agencias del medicamento canadiense con un cannabis libre de metales pesados y de hongos. Un curso intensivo con instrucciones precisas para entrar en esta industria emergente que promete ser en lo que queda de siglo una fuente de riqueza económica solo comparada con lo que han supuesto gigantes como Amazon. ¿Primeras impresiones? Que no es nada sencillo, que hace falta un grado de especialización enorme, que por buena que sea la tierra colombiana estamos hablando de extractos destinados a medicina y solo el cultivo de interior asegura el control de todos los parámetros que hay que manejar para poder exportar un producto de calidad. Por no hablar de los trámites burocráticos y los protocolos de seguridad que hay que poner en marcha para conseguir licencias –muy bien explicados, por cierto, por los representantes del Ministerio de Justicia–. Los que pensaban que bastaba con lanzar semillas al suelo, regar, recolectar y vender a precio de oro, se fueron decepcionados.
Un actor, un expresidente, un activista, un político…
Asimismo, se hicieron más de 20 charlas con profesionales y expertos nacionales e internacionales que mostraron las oportunidades y ofrecieron información actualizada de lo que está pasando en esta revolución verde, compartiendo su visión empresarial para ser competitivos.
Destacó la presencia del actor estadunidense Jim Belushi, quien contó a empresarios colombianos sus experiencias como empresario y cultivador de cannabis desde hace más de tres años en su granja en Oregón. El expresidente de México Vicente Fox participó en una de las charlas centrales, hablando sobre las oportunidades que tiene esta industria en el mercado internacional, con sus bromas habituales y un cierto desprecio hacia la anterior cultura cannábica contracultural –“el cannabis ya no es cosa de hippies” dijo buscando la complicidad de los asistentes–, lo que no impidió que algunos nos preguntáramos por qué mientras fue presidente no hizo nada por la planta y ahora va pregonando sus virtudes. Un poco de humildad no le vendría mal al expresidente. En cambio, Juan Manuel Galán, que miestras estuvo de diputado promovió la ley que ha permitido a Colombia posicionarse con ventaja en esta industria, dio una charla magistral sobre el presente y el futuro y lo que nos espera si las cosas se hacen bien.
Una industria cien por cien colombiana tendrá que medirse con grandes corporaciones apostando por la diversidad de variedades, la denominación de origen o el cultivo orgánico.
Otra de las figuras esperada fue Steve D’Angelo, el activista considerado el padre de la industria del cannabis, que habló a favor de la planta y en contra de la tentación de romper sus componentes para emplear solo los principios activos aislados, una estrategia propia de una concepción farmacéutica antigua que la experiencia demuestra equivocada, pues según D’Angelo el espectro completo del cannabis es mucho más efectivo.
Jennifer Sanders aprovechó su experiencia en las industrias de agricultura alternativa y salud holística como consultora corporativa para firmas institucionales e inversiones y Raquel Peyraube dio una clarificadora clase distinguiendo conceptos y despejando confusiones. Además del estudio detallado de la realidad cannábica colombiana o la panorámica general de Canadá, EE UU y los mercados emergentes de Latinoamérica, hubo charlas muy específicas y didácticas, como la del peruano afincado en Denver Rudy Ellenbogen, quien brindó a su público sus saber práctico explicando paso a paso cómo construir un cultivo sostenible en la industria del cannabis.
¿Vender o no vender?
Las oportunidades de un país como Colombia en el concierto internacional del cannabis son muchas, y, sin embargo, el congreso dejó patente la ventaja de años de países como Canadá que lidera con sus grandes empresas el mercado que se está constituyendo. La pretensión de generar una industria cien por cien colombiana tendrá que medirse con grandes coorporaciones apostando por la diversidad de variedades, la denominación de origen o el cultivo orgánico, ser mejores y diferentes. “No se trata de vender o no la empresa a una compañía extranjera, sino de llegar a ser competitivos para que te quieran comprar”, dijo resumiendo un asistente.
En la planta baja y en los pasillos del Centro de Convenciones se repartían más de 60 expositores de empresas del sector promocionando sus productos y servicios. El expositor de Cáñamo, donde se podían comprar los diez números de nuestra revista y una buena selección de libros, se quedó sin existencias y no por falta de previsión, sino por un interés que desbordó los cálculos optimistas con el que acudieron a ExpoCannabiz Juanita Silver Haze y XXX, un triunfo particular pero que ejemplifica la sed de conocimientos y de información veraz que existe en estos momentos en nuestro país.
El evento invitó a más de 350 inversionistas que vinieron de Canadá, Estados Unidos, México, Brasil, Peru, Ecuador, Europa y también de Colombia, lo que permitió a muchos conocer de cerca el trabajo de empresarios colombianos y produjo encuentros productivos, sinergias y acuerdos provechosos de próximo desarrollo. Para Julián Tobar, director y organizador del evento, “lo más importante es que los objetivos del evento se lograron y pudimos entregar a los empresarios colombianos una nueva visión de la industria del cannabis no solo a nivel del mercado local sino también internacional. Quedo muy complacido de que inversionistas de otros países y también colombianos estén dispuestos a postar a esta nueva industria. Tenemos la idea de seguir y por eso desde ya estamos programando la segunda versión de ExpoCannabiz 2020”.
Hay que reconocer el mérito de la organización de este congreso, al que además no le faltó actividades paralelas en las que en un ambiente distendido facilitó la comunicación entre los asistentes. A destacar el paseo en el catamarán donde se pudo contemplar la belleza de la ciudad heróica. Una ciudad ideal para recorrerla, un escaparate privilegiado de la sensualidad y el colorido colombiano que impresionó a los asistentes que acudían por primera vez y que seguro querrán volver a visitarla.
Este encuentro humano, empresarial y de negocios fortaleció los conocimientos sobre el cannabis y permitió que los empresarios colombianos estén más informados y actualizados sobre las nuevas oportunidades que ofrece esta industria. ¿Nos vemos el 2020?
