Las lámparas de leds ofrecen una gran ventaja debido a su eficiente generación de luz sin desperdiciar energía en forma de calor. Esta característica es especialmente beneficiosa en verano, ya que reduce significativamente la necesidad de refrigeración, un aspecto costoso en el cultivo de interior en climas cálidos. Sin embargo, esta misma ventaja se convierte en un inconveniente durante el invierno. Los cultivadores acostumbrados a lámparas de alta presión, que generan calor, no se enfrentan al desafío de calentar los espacios de cultivo en invierno. Esto, además, se agrava por el hecho de que debido al espectro lumínico de los leds, las plantas requieren una temperatura ambiente más elevada que con lámparas de sodio, para llevar a cabo la transpiración de manera adecuada. Así, con LEDs, mantener el cuarto de cultivo entre 22 y 25 ºC, como se haría con luces de sodio, no permite que las plantas alcancen su potencial de crecimiento. En cambio, elevar la temperatura ambiente a 29-30 ºC acelera el crecimiento y resalta las ventajas de la iluminación led.

Fuente: Artículo de José T. Gállego para la Revista Cáñamo.

Como siempre, os recomendamos las luces de Mars Hydro y, en especial la FC-E 4800, que nos acaba de llegar y con la cual estamos realizando un seguimiento de cultivo, con variedades de c4nn4bis autoflorecientes.

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