Una mayoría de la Cámara de Diputados de Chile votó la semana pasada a favor de una medida para realizar test de consumo de drogas a los parlamentarios del país. La medida fue presentada por el partido de derecha, conservador, neoliberal y católico Unión Demócrata Independiente (UDI) y se aprobó en el marco del debate del Presupuesto de 2022. El proyecto todavía debe superar otras votaciones antes de ser aprobado definitivamente.

La propuesta establece recursos para realizar “exámenes de drogas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas productoras de dependencia física o psíquica, capaces de provocar graves efectos tóxicos o daños considerables a la salud sin la debida autorización”. Según ha publicado El Dinamo, las pruebas se harían de forma aleatoria sobre los diputados cada seis meses.

La medida ha sido presentada por el partido conservador UDI, que fue fundado en 1983 por un estrecho colaborador de la dictadura de Pinochet. “Decidimos solicitar estos recursos especiales para que se puedan realizar test obligatorios, aleatorios y dos veces al año a todos los diputados durante el ejercicio de su cargo”, dijo el diputado Juan Antonio Coloma. El proyecto ha sido defendido como un método para probar si existen vínculos con el narcotráfico, de modo que sus promotores defienden que el consumo de una sustancia significa obligatoriamente la implicación con actividades de tráfico de drogas.

“Es indispensable que la ciudadanía conozca si sus autoridades son consumidores o no, porque es evidente que el flagelo de la droga ha ido penetrando en la política y, por tanto, sería inaceptable que algún parlamentario tenga algún tipo de vínculo con drogas como la marihuana o la cocaína [...] Estamos convencidos de que tiene que haber la máxima transparencia en el Congreso y descartar de plano que exista algún tipo de nexo entre el narcotráfico y la política”, dijo el diputado.