Dos miembros de una asociación cannabica del País Vasco han sido condenados a 2 años de cárcel y 500.000€ de multa por posesión de 700 plantas de marihuana que, según la policía, alcanza un valor de mercado de 887.336.

Los ahora condenados fueron detenidos en 2014 cuando la policía encontró la plantación de cannabis sativa en su caserío de Zizurkil. Según la investigación, la marihuana incautada estaba lista para vender a terceros. La marihuana estaba en un invernadero preparado para su cultivo.

Además del cultivo el caserío contaba con varias habitaciones habilitadas para continuar con el proceso de producción de cannabis, como un lugar específico para el secado.

La juez a estimado que por cada 25.000 euros que no se abonen del medio millón se les incrementará en 20 días su estancia en la cárcel. (Tal vez un poco exagerada esta medida).

En total se incautó unos 887 kilos de marihuana. Según informa El diario vasco: “La resolución precisa que los acusados pertenecen a una asociación de «Estudios y Usuarios del Cannabis», cuya sede se encuentra en Bilbao y que permanece abierta a nuevas incorporaciones. Añade, que los dos investigados, en su condición de socios, se ocupaban del cultivo del producto para su distribución entre los miembros”.

La sentencia del juzgado asegura que pese a que se alegó que estaba destinado al club este no contaba con las garantías procesales necesarias para asegurar que no se estaba haciendo un uso ilegal del sistema. Dice que “no existía ningún control efectivo ni medida de seguridad para evitar la difusión de la marihuana a terceras personas ajenas a la asociación”.

La juez considera probado que los cultivadores creían que lo que hacían era legal pero que debieron “preguntar” para salir del error y no cometer delito.

La marihuana fue destruida.