Menudo lío: ir a llevar a un paciente al hospital y perderle por el camino. No se sabe quién iba peor si el sufriente o los conductores.

Benidorm: tras una pelea entre cuatro ciudadanos británicos (¿británicos en Benidorm? ¡qué raro!) uno de ellos acaba herido grave por lo que los servicios de asistencia sanitaria deben intervenir. La policía nacional necesita que se le lleven de inmediato al hospital comarcal de Villa Joiosa. Horas después la policía trata de encontrar al paciente: no está en ninguna parte.

Finalmente logran averiguar que la ambulancia que lo llevaba de camino ha “perdido” al paciente y no dieron parte de la situación. Intentaron hacer la bomba de humo pero es muy difícil escapar de un marrón así cuando tu única obligación era transportar al paciente de A hasta B. Vamos, que se les iba a caer el pelo a los sanitarios de la ambulancia. Pero la cosa iba a ir a peor.

La policía busca al sanitario y al conductor en las cocheras. Estos le cuentan que el paciente se despertó, se puso violento y huyó de la ambulancia. Mal, muy mal: difícil de creer hasta para una persona crédula. Siguen sumando puntos en negligencia y posiblemente delito criminal.

Los agentes buscan al paciente y lo encuentran inconsciente y tirado en la cuneta a escasos metros de donde dicen los sanitarios que lo perdieron. Ahora sí, otra ambulancia (hubiese sido gracioso que llamasen a los mismos) recogen al paciente y lo llevan al hospital.

Ante la conducta extraña de los sanitarios se les hace pasar unos test de alcohol y drogas. Se les detecta cocaína y marihuana. Suspensión de empleo y posibles consecuencias penales como delito de omisión del socorro. Se van a comer un marrón bastante gordo.

Los que nos saben de marrones ni quieren saberlos son tanto la gerente de la Conselleria de salud que dice desconocer de los hechos al estar este servicio subcontratado como la empresa ASV de transporte sanitario que tampoco ha querido dar a conocer su versión de los hechos.