Cómo y cuándo cortar, secar y curar la marihuana
Nuevo vídeo de la serie de cultivo de Marihuana TV, llega el día esperado y deseado: la recolección.
Aquí veis mis plantas enteras tal como las colgué para que se secasen. Después de manicurar y revisar a conciencia que no hubiese indicios de botrytis u otras enfermedades, las fui colgando una a una en el mismo armario de cultivo para aprovechar la ventilación y sobre todo el filtro de olor, ya que durante los primeros días del secado es cuando más olor desprenden nuestras plantas.
Lo de colgarlas boca abajo es por pura comodidad ya que se aprovechan las propias ramas para engancharlas, pero sirva esto para desmentir una vez más el viejo mito que achacaba a la savia la potencia de la planta y para ello se volcaban pensando que esto aumentaba sus efectos al bajar los fluidos hacia los cogollos. La verdad es que la potencia de la planta está en la cantidad y calidad de los tricomas de resina que contiene y no en la savia. De hecho para el secado de grandes cantidades se suelen secar en mallas horizontales apilables, en las cuales se colocan los cogollos, ya sin ramas, lo cual reduce el espacio necesario y acelera el secado ya que se elimina toda la humedad que contienen los tallos.
ero para pequeñas cantidades, como es mi caso, lo mejor es no acelerar en absoluto el secado, y el colgar las plantas enteras permite jugar a juntarlas o separarlas según queramos acelerar o retardar el secado. Además los cogollos quedan con su forma natural, sin aplanamientos por estar apoyados. Como os iba diciendo mi intención es hacer un buen secado y curado porque este es el paso decisivo y hacerlo mal puede arruinar los aromas e incluso la potencia que hemos conseguido en el cultivo. Para que vaya bien me dieron las siguientes directrices:
-El lugar de secado debe estar oscuro o en penumbra ya que la presencia de luz brillante degrada el THC en otros cannabinoides con CBN o CBD.
-La temperatura ideal entre 15º y 20º con una humedad en torno al 50%-60%. Por eso no utilicé calefactores que pueden elevar en exceso la temperatura y bajar demasiado la humedad. Los dos primeros días del secado la plantas son como “lechugas”,están llenas de agua y si se dejan encerradas sin ventilación, la humedad subirá a más del 80% y esto podría causar podredumbre, por eso los primeros dos días se pueden dejar con el extractor constantemente enchufado, a partir del 3º se empiezan a hacer 3-4 ciclos cortos de renovación de aire.
-Los cogollos no deberían estar “crujientes” por fuera antes de 7-10 días, si al 4º día ya se nota demasiado secos reducimos la extracción o juntamos las plantas para que mantengan mejor la humedad. Si por el contrario aún estuviesen como el primer día haríamos lo contrario.
Y así llegamos hasta hoy, que hace unos 15 dias que las colgué. Los cogollos se notan bien secos por fuera. Sin llegar a pulverizarse están algo crujientes y como veis, si doblo la rama entre los dedos se dobla sin llegar a partirse, eso es porque aún conserva un poco de humedad. El trocito de tallo que irá con cada cogollo me servirá para equilibrar la humedad en los cogollos durante el curado en los botes, y que acaben el proceso estando firmes pero esponjosos…pues manos a la obra.
Lo ideal sería poder curar mis cogollos en un humidor, cajas de maderas nobles que no prestan olores, que permiten la transpiración y contienen un higrómetro con un humidificador para regular la humedad y mantener el interior en torno al 60%- 70%. Como os podréis imaginar este tipo de cajas son muy caras sobre todo contando con el tamaño que necesitaríamos. Como las cajas de pino tipo las de vino o los botes de plástico pueden prestar olores extraños, usaré botes de vidrio que son más económicos.