Si quieres mejorar el sabor de tus plantas sigue leyendo porque ahí van algunos consejos.

Paciencia, conocimiento en genética y fotosíntesis son claves para que produzcas plantas que sean de 10. Algunas son obvias (cuánto más gastes en productos de calidad mejor te saldrá el resultado…) otras no tanto.

• Adquiere clones o semillas de elite

Por muy bueno que seas cultivando no vas a sacar oro del plomo: si compras baja calidad es muy difícil sacar buena calidad.

Compra de gente de confianza para que no te la den con queso y no dudes en eliminar de tu plantación las de peor calidad para dejar hueco a la triple A.

• Alimenta de manera ligera

Ahora se lleva alimentar de forma abusiva. Incluso los vendedores de semillas recomiendan a los cannacultores que les den de comer todo lo que se pueda y más (¿tal vez para que les compres más nutrientes? Pero si te salen marcas como de quemaduras en las hojas de la planta, amigo, las estás dando de comer de más.

Dales de comer solo lo recomendado y, ocasionalmente, puedes sobrealimentar para conseguir tal o cual efecto: eso queda en tus manos cannacultoras.

• Controla el entorno

No decimos nada sorprendente si os aconsejamos que controléis el clima, pero es algo que conviene que siempre tengáis en mente pues la supervivencia de la planta depende de esto.

Lo ideal es que la humedad relativa esté alrededor del 40-50%, aunque esto va a variar según el estado de crecimiento de la planta (en algunos momentos se puede soportar los 60-70%). Cuando se acerca la cosecha lo recomendable es bajar hasta los 30-40%.

• Cuida el pH

El Hidrógeno potencial (pH) es la medida de ácido alcalino del suelo donde plantas más la solución nutriente que estés utilizando. La varianza va desde 0.1 a 14. Con un 1 tenemos un suelo muy acido, 7 el estado neutro y 14 el más alcalino.

Los cultivos hidropónicos deberían estar entre los 5.5 y 6.2, mientras que las plantas en tierra deberían estar entre 6.0 y 6.8.

• Riega las plantas

¿Hace falta explicarlo? Ok, mira, los nutrientes y otras sales se suelen concentrar en la planta. La manera de oxigenar y limpiar este exceso es con agua del grifo. Riega hasta que se salga del tiesto y no te alarmes si ves si las plantas se ponen un poco de color del otoño, significa que todo va bien.

No las riegues a todas horas, por supuesto, solo de vez en cuando.

• Cuida tus cogollos

Antes de poner tus cogollos a secar cúralos en tarros de cristal para reducir la humedad y ese olorcillo a hierba y clorofila. Cuando uno prueba los cogollos bien curados uno ya no quiere volver a las prácticas de aficionado.

Mete los tarros en lugares oscuros y frescos: la luz y el calor se van a cargar los cogollos, así que cuidado con esto.