Ha pasado más de un año desde que Mónica García, ministra de Sanidad, anunció que promulgaría un Real Decreto para permitir el uso medicinal de los derivados del cannabis medicinal. Mientras la espera continúa, la producción legal de la planta en España no para de crecer. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) aseguró que durante el año pasado se cosecharon 51.3 toneladas. Se trata de un aumento del 42.5%, con respecto al período anterior.

La producción notificada por la AEMPS corresponde al informe que el país debe proporcionarle a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de las Naciones Unidas, de acuerdo al compromiso que España asumió en 1961 cuando se firmó la Convención Única de Estupefacientes. Como el cannabis aún se encuentra en la lista de sustancias controladas, los estados están obligados a detallar las cantidades producidas para fines medicinales o de investigación. El dato de los 51.327 kilos que se cosecharon el año pasado surge del último informe que la AEMPS le emitió a la JIFE.

Según los informes de la JIFE, España se encuentre entre los primeros ocho países del mundo que más cannabis producen para fines medicinales. El ranking es liderado por Gran Bretaña, con 406.1 toneladas; Canadá, con 294.6 toneladas; Uruguay, con 114.6 toneladas; Australia, con 97.2 toneladas; Israel, con 91.5 toneladas; Colombia, con 81.5 toneladas; y Alemania, con 66.2 toneladas. 

La AEMPS sostiene que gran parte de las 51.3 toneladas de cannabis producidas por España fueron destinadas para la exportación, pero que los derivados de la planta también fueron utilizados para elaborar los únicos dos fármacos autorizados en el país: Sativex y Epidiolex.