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Francia, hacia la despenalización del consumo

La legislación francesa es muy dura en lo relativo a posesión, consumo o autocultivo de drogas, que, en los casos más extremos, pueden conllevar condenas de hasta diez años de prisión o multas de hasta siete coma cinco millones de euros.

La legislación francesa es muy dura en lo relativo a posesión, consumo o autocultivo de drogas, que, en los casos más extremos, pueden conllevar condenas de hasta diez años de prisión o multas de hasta siete coma cinco millones de euros.

Afortunadamente,castigos tan duros son infrecuentes, y las sanciones suelen limitarse a multas mucho más reducidas y a advertencias. La policía tiene amplia libertad en cuanto a la forma de tratar los delitos relacionados con drogas, y ha recibido numerosas acusaciones de trato discriminatorio hacia ciertos colectivos, como, por ejemplo, las personas de color.

Un reciente informe parlamentario recomienda algunas opciones para actualizar los procesos penales en Francia, entre las que se incluye la despenalización del consumo de drogas. Una de esas opciones propone que quien sea encontrado en posesión de drogas para su consumo se enfrente a una multa de entre ciento cincuenta y doscientos euros; en el caso de que el infractor no realice el pago dentro de plazo,se enfrentará a un proceso penal. Una segunda opción descarta la posibilidad de que el infractor afronte cualquier tipo de procedimiento penal.

Diversos medios de comunicación interpretan que el informe se refiere exclusivamente a la despenalización del consumo de cannabis; sin embargo, las leyes sobre drogas francesas no establecen diferencias entre las sustancias ilícitas, por lo que el informe difícilmente puede girar de manera específica en torno al cannabis.

Algunos sectores sostienen que cualquier recomendación que no excluya totalmente el proceso penal conlleva el riesgo de que se mantenga la discriminación en el sistema judicial y de que, en consecuencia, el mismo tipo de personas continúen siendo acosadas y detenidas por posesión y consumo, especialmente los jóvenes que residen en zonas deprimidas.

El objetivo final de las propuestas no es tanto acabar con los males que la criminalización acarrea sino descongestionar el sistema de justicia, de modo que la reducción en el número de detenciones y procesos permita a policías y tribunales centrar sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico.

El presidente Macron, durante su campaña electoral, apoyó la despenalización del consumo de cannabis, pero su posición en cuanto a una reforma más a fondo de la ley de drogas no está clara. Por su parte,el ministro del Interior aseguró, en mayo del 2017, que el consumo de cannabis dejaría de ser sancionado. Pero los meses transcurren sin que la reforma se materialice.

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #244

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