Mientras que para el presidente Pedro Sánchez no toca regular el cannabis “por que ya tengo suficientes problemas”, tenemos noticia de que la Ley Mordaza generó, solo en Granada y su provincia, 4.995.163 euros en multas por sanciones relativas al cannabis, sea por la posesión de pequeñas cantidades o por su consumo en la vía pública o por su cultivo.
Queda comprobado que el PSOE sigue la cuerda del PP y defiende los intereses de la minoría prohibicionista. Y es que los datos ya nos señalan de hace tiempo que el antiprohibicionismo es mayoría.
En el plano internacional, se está gestando una revolución con el “cannabis light” en toda Europa. Italia y Suiza van situados en cabeza. En el país de los espaguetis, donde el límite permitido de THC es 0,6 %, se estima que ya hay más de 2500 cultivadores dedicados a proveer a más de 800 tiendas. Por otro lado, solamente el ejercito puede producir cannabis con más THC, con una previsión de 300 kilos para 2018. Pero, para cambio de paradigma, el de Canadá, donde ya está previsto incluso cuándo se podrán colocar los militares: prohibido durante las ocho horas antes de cumplir una misión; 24 horas previas a la manipulación de un arma cargada o conducir un vehículo, y con 28 días de antelación de tomar parte en la tripulación de una aeronave o submarino, entre otras normativas.
La prohibición hace aguas, un 4% de la población mundial entre 15 y 64 años tuvo acceso al cannabis a pesar de unas leyes absurdas que siguen legitimando hasta la pena muerte. Os animamos a entrar en Change.org y firmar la campaña “Free Muhammad Lukman”, un joven de 29 años que había cuidado a 800 personas con aceite de cannabis para tratar dolencias de salud graves. Y, por desgracia, no debe ser el único en su país pues el 59% de presos lo están por delitos relacionados con las drogas. #FuckProhibition.
