Los cuatro miembros del club social cannábico Asociación de Usuarios de Cannabis Pannagh condenados por el Tribunal Superior de Justicia acaban de recibir una buena noticia: el Tribunal Constitucional ha decidido anular la sentencia.

Los cuatro miembros del club, entre los que se encuentra su presidente, fueron condenados en diciembre de 2015 a penas de entre seis meses y un año y ocho meses de cárcel y al pago de multas de hasta 250.000 euros. Afortunadamente, se ha impuesto la cordura y el Constitucional ha considerado que no eran merecedores de dicha pena.

En la pena original el Tribunal supremo creyó que el club se dedicaba al cultivo y la distribución "organizada y con vocación de persistencia en el tiempo" de cannabis. Esta actividad era punible porque "colma las previsiones del delito contra la salud pública previsto en el artículo 368 del Código Penal y no encaja en un supuesto de cultivo compartido no punible". Pues parece que el Tribunal Constitucional no lo cree así.

No son del todo buenas noticias porque la sentencia solo se anula. El Constitucional ha decidido contemplar el amparo que los acusados han presentado pero aún no se han pronunciado al respecto. Algo que puede tardar años en el peor de los casos.

Este amparo se presentó gracias al apoyo de Regulación Responsable. Esta asociación subió ayer a su cuenta de Twitter un mensaje en el que se alegraban por la sentencia pero no del todo: Regulación Responsable considera que el Tribunal Constitucional, pese a darles en cierta medida la razón, “se sale por la tangente y no entra a valorar la cuestión de fondo”. Esta cuestión, se entiende, son el derecho fundamental a la libertad personal y los derechos individuales.