En la última década el mundo está viviendo una transformación radical con respecto a las drogas psiquedélicas. Tras el rechazo social y el silencio investigador surgidos a raíz de la prohibición del LSD en los años setenta en los últimos años se ha producido un doble y simultáneo fenómeno de renacimiento: por un lado, la revalorización científica y terapéutica de drogas y sustancias que sufrieron un proceso de auge y posterior demonización asociados siempre a movimientos juveniles contraculturales. Y por otro, el creciente contacto occidental con rituales y usos con plantas psiquedélicas pertenecientes a tradiciones indígenas con un interés espiritual y terapéutico. En ese escenario no es cuestión baladí que se hayan ido levantando las prohibiciones para investigar los efectos y cómo funcionan realmente los psiquedélicos a diferentes grupos de científicos: neurocientíficos, psiquiatras, farmacólogos, químicos, psicoterapeutas... Hoy cada vez hay más Universidades de prestigio en todo el mundo que se encargan del estudio pormenorizado de los efectos de los psiquedélicos y sus aplicaciones médicas y terapéuticas, sobre todo en los EEUU donde existen cátedras y grupos de trabajo específicos de investigación de los potenciales usos para tratamientos tanto de dependencias, como de depresión o síndrome de estrés postraumático. Los avances en la investigación de neurociencias han descubierto en estas sustancias unas herramientas asombrosas para descubrir zonas oscuras en el funcionamiento del cerebro.
LA RESTITUCIÓN SOCIAL DE LAS DROGAS
Las grandes farmacéuticas están invirtiendo tiempo de estudio y grandes cantidades de dinero para estar preparadas en primera línea cuando su uso se vaya normalizando, como así ocurre ya con la síntesis y comercialización de varios alcaloides del cannabis. Congresos y seminarios científicos y culturales se celebran diariamente en todo el mundo sobre psiquedélicos sacados directamente de la naturaleza o sintetizados en laboratorios. Las publicaciones sobre usos y aplicaciones menudean y cada año se estrenan filmes y documentales hablando de las propiedades de plantas y sustancias de síntesis con efectos psicoactivos como la ayahuasca, la iboga, el cactus San Pedro, el peyote, los hongos psilocíbicos, el MDMA, la DMT o la psilocibina. Y sustancias demonizadas hace unas pocas décadas, como el LSD están viviendo una restitución como las medicinas del futuro. Y plantas como el cannabis ya han recuperado el estatus social medicinal como medicinas de amplio espectro en la medicina compasiva y paliativa.
Con la certeza de que el futuro es apasionante desde el punto de vista del conocimiento científico, pero también de que es hora de plantear preguntas éticas fundamentales, el ciclo Aula Savia /Planeta Verde coordinado por el periodista y gestor cultural Héctor Márquez, experto en tema de drogas y colaborador de Cáñamo para el centro cultural de La Térmica de Málaga, ha programado un seminario online durante los días 3, 4 y 5 de noviembre donde se tratarán todos estos temas al precio único de 30 euros. Dirigido por el doctor en farmacología y psicología clínica, director científico de ICEERS José Carlos Bouso, una de las figuras capitales de la investigación de drogas en España, él y Márquez han creado este curso que se sitúa al frente de una de las investigaciones de vanguardia en este momento. El seminario ofrecerá a lo largo de tres jornadas un acercamiento a la Historia de los psiquedélicos, los diferentes tipos, las diferencias entre unos y otros, sus usos y utilidades en temas de investigación y salud y el presente y futuro científico, cultural y legal de estas sustancias.
Antropólogos, dinamizadores, terapeutas, científicos, comunicadores y sociólogos pasarán como invitados por esta convocatoria donde se busca aunar el rigor con un formato de diálogo dinámico y participativo. Así el día 3 participarán Carlos Suárez, investigador etnográfico, antropólogo, periodista, colaborador habitual de Cáñamo, escritor y realizador de los documentales multimedia Ayahuasca, Iquitos y Monstruo Voraz, y Un cultivo rentable, y de libros como Ayahuasca, amor y mezquindad y Ayahuasca entre dos mundos; y el psicoterapeuta formado en el uso terapéutico de los estados de conciencia no ordinarios, y en la psicoterapia asistida con MDMA para el TEPT, Marc Aixalá, coordinador de los servicios de apoyo e integración en la Fundación ICEERS. El miércoles 4 participarán el master en farmacología y doctor en psicología Genís Oña, miembro del área de investigación de la Fundación ICEERS y del Medical Anthropology Research Center (MARC) y Gemma Guarch, psicóloga General Sanitaria Especialista en Terapia Familiar Sistémica por el Hospital Sant Pau y la Santa Creu de Barcelona y terapeuta en los estudios con psilocibina para la Depresión Mayor en el Hospital Sant Joan de Déu y en la Fundació Hospital Mar d’Investigacions Mèdiques de Barcelona. Para el último día, 5 de noviembre, que se dedicará al cannabis, acompañarán a Bouso y Márquez el colaborador de Cáñamo y Ulises, José Carlos Usó, autor de libros capitales en la cultura del mundo de las drogas como Drogas y cultura de masas (España 1855-1995), Spanish trip, Píldoras de realidad, ¿Nos matan con heroína? o Drogas, neutralidad y presión mediática; y la activista, documentalista y periodista Clara Sativa, cofundadora de la Cooperativa Audiovisual Liberinfo, del canal Marihuana Televisión, Mujeres Cannábicas y REMA.
Para la inscripción en el curso, para el que se facilitará material documental a los inscritos, hay que apuntarse en el enlace.
