7.000 asistentes, 36 empresas participantes de ocho países, 24 conferenciantes de cinco países y una docena de talleres se dieron cita durante tres días en la primera feria del cannabis organizada en la nación azteca. Un evento histórico que dedicó más de 3.000 metros de exposición al cannabis, a su práctica actual en el mundo y a su redescubrimiento en México.

“Estamos muy contentos, es un día histórico para nuestro país, es un día en que estamos abriéndonos a la información, a una cultura, a una industria, a una forma diferente de entender el mundo”. Con estas palabras el comité organizador de Expoweed México 2016 dio la bienvenida a un centenar de asistentes y decenas de medios de comunicación que, expectantes, acudieron a la inauguración de este acontecimiento inédito en el país.

En el acto se encontraba el representante de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, el doctor José Jesús Trujillo Gutiérrez, quien manifestó: “No debemos desdeñar el potencial medicinal de los cannabinoides. Esto hay que disfrutarlo como un momento histórico, la historia se escribe en momentos como este”. Por su parte, Raúl Elizalde, de la fundación Por Grace, auguró un futuro venidero sin prohibicionismo: “Ustedes son parte muy importante, al estar aquí le estamos dando un golpe más a este muro prohibicionista que está por caer muy pronto”. Al concluir las intervenciones se llevó a cabo el simbólico corte de listón entre la ovación de los asistentes, que se fundió con el sonido del caracol y tambores de la “Bienvenida a Aztlán”, una ceremonia de apertura ejecutada como parabién por Ehécatl (Viento), un grupo de tradición prehispánica que con su espectacular vestuario, música y danza sorprendió a quienes esperaban se diera entrada al salón Maya III del Centro Internacional de Exposiciones y Convenciones del World Trade Center.

El salón Tlahtocan (‘lugar de o para la palabra’, en lengua náhuatl) fue el escenario de la conferencia inaugural, “Retos jurídicos y legislativos ante el panorama internacional del cannabis”, a cargo de la jurista Luisa Conesa, la experta en política de drogas Lisa Sánchez y la senadora Martha Tagle, quienes abrieron la mesa redonda. En este mismo escenario se reunieron a lo largo de los tres días personalidades de talla internacional como Ana María Gazmuri, de Fundación Daya; Paul Stanford, con su conferencia “Cáñamo industrial, usos y aplicaciones actuales en Estados Unidos y en el TLC”; Mark Emery y su perspectiva a futuro de la situación legal del cannabis en Canadá, y José Carlos Bouso, especialista en el uso del cannabis para el tratamiento de adicciones, por mencionar algunos. Pero no fue esa la única fuente de información que recibieron los visitantes. Como dijo uno de ellos, Joaquín Romero: “Las conferencias han sido muy buenas, pero lo más interesante de todo es lo que te expone la gente que está en cada uno de los puestos; ellos te dan la mejor conferencia que puedes tener”.

Los especialistas mexicanos no podían faltar, entre ellos destacó la participación de organizaciones como Por Grace y Un México con Salud, agrupaciones de pacientes que tratan padecimientos como epilepsia, cáncer o diabetes con medicina derivada del cannabis, y que actualmente son uno de los ejes principales por los que el debate de la marihuana ha tenido mayor apertura en la agenda pública de México. “Nosotros estamos aquí porque entendemos que es imposible separar el tema médico por un lado y dejar el tema de producción en casa y consumo recreativo aparte. Es un punto de encuentro para gente que viene por el tema médico, pero también entendemos que es un solo tema. Si no existiera el tabú de que el consumo recreativo del cannabis es intrínsecamente malo, creemos que no tendríamos ninguna dificultad para solventar el tema médico, un tema de salud pública en este país”, declaró Camilo Arguelles, padre de Mari Tere, paciente con epilepsia refractaria.

La educación dentro de la cultura cannábica es primordial como herramienta para romper con todos los mitos que giran en torno a la planta hasta hoy en día. Por esta razón se destinó un espacio dedicado a la enseñanza de algunos temas como hidroponía, plantas de poder o bioconstrucción, donde el público participó de manera activa en estos talleres auspiciados por El Mundo Verde, Guacamole Hemp y Heaven Grown. Este espacio fue llamado Calmécac, como homónimo de la institución de enseñanza de los antiguos nahoas, donde se formaban sacerdotes, gobernantes y guerreros de élite. “Yo no sabía todos los productos que se pueden fabricar con la misma planta, tampoco sabía que la habían traído de España. No nada más hablaron de las plantas medicinales, sino en general de agricultura. Y eso me gustó, porque tengo cultivo de varias plantas y me gustó porque aprendí cómo las puedo abonar y cómo las puedo cuidar. Sí, aprendí muchas cosas”, apuntó María García, de sesentaisiete años.

Debido a que este evento fue realizado en el marco de la legalidad, ni una sola estela de humo se hizo presente en Expoweed, ni siquiera cuando la música de Faauna, Dj Chakruna, Mc Luka y Dirty Sánchez puso a propios y a extraños a bailar en el salón Flor y Canto, nombre al que los aztecas asociaban toda las disciplinas relacionadas con el arte. “Estamos muy felices de haber podido participar en este encuentro, que no solo habla del consumo responsable sino también de cómo curar enfermedades. Hemos tenido expectativas muy altas y se han cumplido, incluso la gente se ha juntado aquí donde estábamos tocando y ha sido un encuentro muy bonito y responsable, sobre todo. Eso es lo que más me gusta, que el cannabis no solo es uso lúdico, también es salud, responsabilidad y ser adulto”, dijo Arturo, integrante de Faauna, tras la experiencia.

La llegada de la cultura cannábica mundial

Existe un antes y un después marcado por la primera edición de Expoweed, y al inicio de este “viaje” se han subido al barco marcas importantes del mundo cannábico, como Pyramid Seeds, VIP Seeds, Reeferman Genetics o Pakal Seeds, quienes durante la expo compartieron con los visitantes sus catálogos de semillas de diversos tipos, potencias, sabores y genéticas, que explican el origen de aquellas plantas de ensueño que abundan por internet. Además de la industria semillera, BioGreen, de la mano con El Mundo Verde y otras empresas como BioBizz, Octopus Garden, Hydrocultivos y La Semilla GrowShop, son marcas que encaminan a los usuarios a romper el vínculo con el mercado ilícito, al empoderar a los usuarios para encaminarlos a la autosuficiencia y dejar de contribuir monetariamente al crimen organizado.

Las innovaciones tecnológicas para el consumo de la planta y sus extractos, una tecnología hasta ahora desconocida por los consumidores mexicanos, fue traída desde Canadá y Nueva Jersey por las compañías Sublimator y Across International, respectivamente.

Aunque la industria cannábica mexicana apenas inicia su desarrollo, no podían faltar aquellos que apuestan por poner a nuestro país a la altura de la cultura global. México, en muchas de sus facetas, ha destacado por su creatividad para la realización de artesanías, tal es el caso de Dab Wise, empresa que mostró el trabajo de artesanos mexicanos que elaboran obras de arte en vidrio para fumar; pipas y bongs para distintos usos y estilos fueron los principales productos que adquirieron muchos de los asistentes.

Después del éxito obtenido, se espera una todavía más espectacular segunda edición en el 2017.