Un estudio confirma que el THC relaja pero guarda tus caballos: mucho THC te pone como una moto.

Las microdosis de cannabis resultan efectivas contra el estrés. De hecho lo ideal si se quiere combatir este problema no parece buena idea ponerse ciego a THC porque no solo uno no logra relajarse sino que se produce el efecto contrario.

El estudio que apoya esta idea es de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC) junto con la Universidad de Chicago. 42 voluntarios fueron divididos en tres grupos. A un grupo se le dieron pastillas con 7.5 THC; otro grupo recibió cápsulas con 12.5 miligramos de THC y al tercer grupo le fue entregado un placebo (mala suerte). Ni los pacientes ni los investigadores supieron quién era de qué grupo.

Pese a que la UIC es consciente de que no es lo mismo ingerir que fumar cannabis, los resultados son equivalentes.

El proceso fue tal que así: tras la ingesta de las pastillas los participantes eran entrevistados por un investigador que no les ofrecía ningún feedback ni verbal ni físico a sus respuestas. Después se les proponía un test matemático que está pensando para resultar estresante.

En la segunda sesión se les pedía que hablasen de una película o un libro y después que jugasen al solitario.

Tal y como se predijo las personas que tomaron dosis bajas de THC se sintieron más relajados que los que tomaron placebo o alto THC.

Por supuesto, se necesitan más estudios que corroboren esto. Por el momento daremos por válido que darle mucho a la mandanga te pone en actitud de encontrar las situaciones estresantes. Take it easy, yo.