Un refugio nuclear de la Guerra Fría de la zona de Bavaria en Alemania fue comprado por un empresario con la intención de convertirlo en una granja para la producción de marihuana.

La OTAN mantiene una base aérea cerca donde estaban preparados ante un posible ataque de con misiles nucleares. El bunker fue usado como punto seguro ante este posible ataque de la U.R.R.S.

Christoph Roßner es el empresario que se ha comprado el bunker. Pero antes de que cayese en sus manos el gobierno alemán estuvo planteando la posibilidad de venderlo o bien como lugar seguro para colocar servidores de empresas de telcomunicaciones, o bien como sala para fiestas. Finalmente se decidieron por la oferta de Roßner.

El lugar ya está acondicionado para producir marihuana y cuenta con todas las garantías de seguridad que el estado exige para esta tarea. Durante una cena de presentación del proyecto Roßner dijo:

“Mediante la investigación y el desarrollo ajustado a las directrices legales y éticas haremos nuestra contribución al desarrollo del potencial terapeútico del cannabis como medicina. Los resultados de nuestra investigación estarán disponibles para el gobierno federal así como para las empresas aseguradoras para proveer las bases del cuidado de los pacientes que tomen cannabis como un remedio natural con precios permisivos”.

Roßner ha establecido una alianza con un grupo canadiense de investigación que catalogó el genoma de al menos 140 plantas de cannabis.

Bunker UG, la empresa de Roßner, tendrá unos 950 metros cuadrados para la investigación y contará con una plantilla de 15 trabajadores. Si Roßner consigue que acaben de aprobarle el proyecto (aún le queda un último paso) tendrá hasta 250.000 € en ayudas para poner en marcha la fábrica de cannabis medicinal.

Pero ojo: se trata de un centro de investigación. Es bastante probable que nunca salga ni un gramo de cannabis de esas instalaciones mientras no se cambien las leyes alemanas.