El estudio fue realizado por un equipo conjunto de las universidades de Cornell, California-Davis y Florida, y publicado en la revista Journal of Veterinary Internal Medicine. Se trató de un ensayo doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo que incluyó a 25 perros diagnosticados con linfoma de alto grado.

Durante cinco semanas, los perros recibieron cápsulas de aceite de cáñamo rico en cannabidiol (CBD) y ácido cannabidiólico (CBDA) o un placebo, mientras continuaban un ciclo estándar de quimioterapia CHOP (ciclofosfamida, doxorrubicina, vincristina y prednisona). De los 25 canes inscritos, 19 completaron el protocolo.

Los investigadores evaluaron eventos adversos y no se detectaron eventos adversos graves ni diferencias significativas en parámetros hematológicos y bioquímicos entre el grupo de CBD/CBDA y el placebo. La exposición a la doxorrubicina tampoco presentó diferencias relevantes al inicio, aunque en la quinta semana el grupo placebo mostró un AUC ligeramente mayor.

En cuanto a la calidad de vida, las puntuaciones medias no difirieron significativamente, aunque los perros que recibieron CBD/CBDA obtuvieron una media de 10,75 frente a 7,56 en el grupo placebo. Esta diferencia, sin ser estadísticamente significativa, sugiere una posible tendencia positiva en bienestar que merece ser explorada en investigaciones futuras.

El hallazgo abre la puerta a futuros estudios sobre los efectos a largo plazo y potenciales beneficios terapéuticos del CBD/CBDA en oncología veterinaria. En un contexto de creciente interés por los cannabinoides en medicina, la evidencia científica es clave para superar los prejuicios y avanzar hacia su uso seguro y regulado.