La hipertensión arterial (HTA) es el principal factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. En la actualidad, hay más de mil millones de personas en todo el mundo que padecen esta afección. Si bien existe un amplio abanico de fármacos para el control de esta condición de salud, la comunidad médica aún no ha logrado controlar esta condición de salud de forma satisfactoria. Pero un grupo de científicos argentinos descubrió que el aceite de cannabis es una opción efectiva para reducir la hipertrofia cardíaca de origen hipertensivo. El estudio fue realizado por un grupo interdisciplinario de la Universidad Nacional de La Plata, en el que estuvieron involucrados especialistas de las Facultades de Ciencias Médicas, Ciencias Exactas y Ciencias Veterinarias.

La investigación buscó desarrollar una nueva estrategia terapéutica para mejorar el sistema cardiovascular mediante el uso de un aceite de cannabis que fue suministrado por el Proyecto Cooperativo y Multidisciplinario de Cultivo de Cannabis de la Facultad de Ciencias Exactas, otra iniciativa científica existente en la mencionada casa de estudios ubicada en la provincia de Buenos Aires. Los resultados del trabajo fueron publicados en la publicación académica Cannabis and Cannabinoid Research y concluyeron que la ingesta oral de aceite de cannabis es eficaz para reducir la hipertrofia y mejorar la función y dinámica mitocondrial en el miocardio.

El estudio fue dirigido por la doctora Erica Vanesa Pereyra, docente de la Facultad de Ciencias Médicas, a partir de una inquietud personal. Su madre es hipertensa, con hipertrofia cardíaca e importantes dolores musculares. Ella debía tomar varios fármacos que no siempre tenían buenos resultados. Entonces, la médica buscó información si el cannabis podría ser una opción viable, pero no encontró ningún estudio previo. Por eso, propuso realizar la primera investigación del mundo sobre las consecuencias cardiovasculares del tratamiento oral crónico con aceite de cannabis.

“Diariamente se les proporcionó a ratas hipertensas aceite de cannabis por vía oral, en una dosis similar a la que se utiliza para tratar a pacientes con epilepsia refractaria. Al finalizar la cuarta semana de tratamiento se constató no solo una reducción de la hipertrofia cardíaca, sino que además una mejoría en la función contráctil y la capacidad antioxidante del corazón, así como en la población mitocondrial”, explicó Pereyra.