Las fotos de alta resolución tienen un problema: se ven demasiado bien.

La policía de Gales (Reino Unido) logró dar con un narcotraficante local gracias a las fotos que enviaba por el servicio de mensajería instantánea WhatsApp. Las huellas dactilares que se ven en la imagen sirvieron para identificar a la persona en cuestión. Atención: se le logra detener gracias a las fotos de sus manos donde se ven la huellas dactilares, algo que hasta el momento nunca había sucedido.

La policía encontró las imágenes en un móvil de una persona que habían detenido. El equipo de investigación científica se puso a trabajar con la imagen cotejándola con su base de datos. Aunque este método no funcionó sí que dio pistas de quién podría ser. Cuando le detuvieron (junto a otras tres personas) cruzaron las huellas tomadas durante el arresto con las de la foto y ahí sí se produjo una coincidencia total.

“Mientras que la escala y calidad de la fotografía supuso un desafío, los pequeños datos de información rescatadas fueron suficientes para probar que era el camello”, comenta a la BBC Dave Thomas, un agente que se ocupó del caso. Según Thomas, esta fórmula de trabajo abre las puertas a que la gente pueda enviar imágenes parciales con las atrapar a los delincuentes.

No es cierto, sin embargo, que sea la primera vez que se detiene a alguien mediante las huellas dactilares que se ven en una imagen (aunque sí lo sea en casos relacionados con drogas). En 2015 se detuvo a una persona acusada del delito de pornografía infantil gracias a una imagen de sus manos.

Cuidado con las fotos que mandáis.