Hoy salió una sentencia que obliga a la Revista Mongolia a pagar 40.000 euros a Ortega Cano por violar su derecho al honor. Estamos hablando de que Ortega Cano violó su propio honor cuando condujo borracho y en un accidente mató a otra persona, sin embargo el que paga es la revista satírica.

Desde hace un tiempo se viene pensando que la comedia (así como las opiniones) no deben agraviar a nadie. En nuestro país cada semana o bien un juez determina que se ha vulnerado el derecho de alguien por no se qué o bien los moralistas de nuevo cuño obligan a lo que no opinan como ellos a avergonzarse, una sentencia de este tipo solo alimenta una sociedad infantilizada, incapaz de hacerse cargo de sí misma y de pensamiento único.

Dicho esto, esperamos que la comedia no muera nunca (es improbable porque es a prueba de balas) y siga molestando a mucha, mucha gente.