En las primeras semanas de la nueva gestión de Donald Trump en la presidencia de EEUU, el republicano ya ha aplicado varias medidas radicales. Entre algunos de los puntos más importantes del mega decreto de cien artículos firmado días atrás, el máximo mandatario declaró la emergencia nacional en la frontera sur del país y se están expulsando miles de inmigrantes; se firmó la orden para que el país se retire de la Organización Mundial de la Salud; y se declaró que solamente se reconocerán los géneros masculino y femenino, discriminando cualquier otra forma de disidencia sexual. Ahora, la última novedad, es que la avanzada conservadora también ha llegado a la cultura del cannabis.

El Departamento de Agricultura suspendió el programa Partnerships for Climate-Smart Commodities, un plan para promover industrias sustentables para el medio ambiente a partir del cáñamo. El fin de este plan, promovido por la anterior gestión de Joe Biden, significa que no se repartirán los 35 millones de dólares (33,4 millones de euros) del fondo que corresponde a los productores de cáñamo. Sin este apoyo económico, los proyectos de cultivo de la planta corren peligro de no continuar.

El programa del Departamento de Agricultura posee un fondo de 3,100 millones de dólares (3 mil millones de euros) que se destinan a diferentes tipos de cultivos. Si bien el cáñamo representa una pequeña porción del total del financiamiento, el principal afectado será el planeta y la sociedad que lo habita. Resulta que el objetivo de la iniciativa era desarrollar métodos de cultivo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global. Como Trump se opone a los datos científicos que evidencian la crisis climática, el actual presidente estadounidense ha resuelto por suspender el proyecto ambiental por completo.