El estereotipo del fumeta es la de una persona tirada en el sofá sin ganas de hacer nada. El vago es la imagen tradicional que manda en el imaginario. Pero ¿esto es culpa del cannabis?

En muchos casos sí. El cannabis afecta a los niveles de dopamina lo que suele causar que uno tenga pocas o ninguna gana de realizar tareas. El grado de adormilamiento que causa el cannabis provoca que uno se desgane ante la actividad. De hecho, el uso del cannabis va dirigido a esta idea de estar tirado sin hacer nada.

Por lo general los estudios hasta la fecha aseguran que los fumadores habituales de marihuana tienen los niveles de dopamina más bajos que la media. Algo que es fundamental para tener motivación: “La dopamina es la que le dice al cerebro que algo excitante va a pasar”, dice el investigador Dr. Michael Bloomfield.

Pero no es así en todos los casos. Como sabéis existen diferentes tipos de variedades y algunas de ellas producen el efecto contrario. La dopamina se activa al usar marihuana.

Para rematar la cuestión un estudio de 2014 comparó los niveles de dopamina entre fumadores y no fumadores. Los resultados dieron la razón a los que creen que no descienden estos niveles: ambos grupos estuvieron a la par.

La diferencia que si se advirtió en este estudio del 2014 es que pese a mantener los mismos niveles los no-fumadores sí que se activaban más rápidamente antes estímulos de dopamina, mientras que los fumadores de cannabis muy activos no. Esto les ha llevado a la conclusión de que, tal vez, el fumar demasiado cannabis pueda dañar los productores de dopamina. Al menos a cierto nivel.

Otro estudio, este del 2006, también apostaba porque el cannabis no afectaba en absoluto a la motivación. Estadísticamente los individuos fumones eran igual de productivos que los que no.