A partir de ahora, la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME) deberá garantizar el abastecimiento de insumos y derivados de la planta para los estudios científicos y médicos que se realicen en el país. En un contexto de desfinanciamiento a la ciencia por parte del gobierno de Javier Milei, esta es una noticia relevante ya que los proyectos de investigación podrán continuar. Así quedó establecido a partir de una reciente modificación de la ley que ha creado el organismo, actualmente intervenido por disposición presidencial y a cargo de Ignacio Ferrari.

Hasta el momento, la ARICCAME no tenía el rol explícito de garantizar el abastecimiento de flores, aceites u otros derivados del cannabis para que se realicen las investigaciones de la planta. En la práctica, esto generaba diferentes inconvenientes a las iniciativas científicas, ya que los procedimientos y procesos administrativos para adquirir los insumos necesarios para los estudios no eran claros. De todos modos, para que esta modificación se ponga en marcha, aún resta que sea aprobada por el presidente Milei. El máximo mandatario del país tiene unos seis meses para tomar una resolución.

Después de más de dos años desde su creación, la ARICCAME ha tenido un funcionamiento prácticamente inexistente. Su anterior presidente, Francisco Echarren, tan solo entregó unas seis licencias productivas provisorias a seis empresas del país que fueron habilitadas a funcionar por un período de un año. Estos permisos ya han vencido y no fueron renovados. Desde la intervención de Ferrari, la agencia ha vuelto a funcionar poco a poco. La última novedad de relevancia en este sentido es que meses atrás se establecieron los procedimientos y requisitos para solicitar las licencias productivas relativas al cáñamo.