A raíz del recorte presupuestario implementado por la gestión presidencial de Donald Trump en los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), más de 500 investigaciones científicas sobre los distintos usos medicinales del cannabis en el país están en riesgo.
El pasado 7 de febrero, el NIH anunció que reduciría en un 15% la cantidad de “costos directos” financiados por subvenciones federales para la investigación científica. Se trata del dinero aportado por el Ejecutivo nacional para ayudar a cubrir gastos administrativos y relacionados con las instalaciones donde se llevan adelante los estudios. Ante esta situación, decenas de universidades norteamericanas presentaron una demanda ante la Justicia para bloquear estos recortes presupuestarios porque pone en riesgo de continuidad a varios de los proyectos que se están llevando adelante. Entre algunas de estas casas de estudios más importantes se encuentran la de Yale, Washington, Brown y California.
Según la base de datos del NIH, en la actualidad se está llevando adelante un total de 565 proyectos de investigación relacionados con el cannabis. Muchos de ellos podrían no llegar a finalizarse si se concreta el recorte de presupuesto ordenado por Trump. Estos estudios implican un financiamiento de 320 millones de dólares (301 millones de euros) por parte del gobierno federal. Pero el recorte también afectaría al resto de las investigaciones científicas que se desarrollan en el país, ya que el cannabis representa una mínima porción de los 47 mil millones de dólares que se invierten en los más de 60 mil estudios.
