La corte federal de los EE.UU. determinó que un granjero pueda denunciar a sus vecinos cultivadores de marihuana por el olor y otras molestias que pudieran devaluar el precio de tu finca.

Denver (Colorado). La jurisprudencia de los EE.UU. funciona de manera muy distinta a la española. Allí es normal que sean los jueces con su sentencias los que crean nuevas leyes y contra-leyes. Al dictaminar el tribunal federal que alguien puede denunciar a un vecino por los supuestos perjuicios que te puede producir que plante marihuana abre la puerta peligrosa.

La familia Reilly, criadores de caballos, denunció a los vecinos de finca que tienen un almacén donde cultivan marihuana dentro del marco legal de Denver. Los Reilly alegaron que el olor era perjudicial para el valor de su propiedad. Aunque la denuncia fue archivada los Reilly apelaron la sentencia y un tribunal de tres jueces han decido que las reclamaciones de esta familia deben ser escuchadas. Sin embargo, han añadido que no podían denunciar al estado de Colorado ni obligarles a que emprendan acciones policiales de ningún tipo.

Lo más significativo de las peticiones de los Reilly es que han utilizado una treta legal para colar una ley de 1970 contra el crimen organizado y los jueces han permitido que pase. El conflicto entre leyes locales (Colorado) y leyes federales consigue que se den este tipo de circunstancias que son peligrosas para aquellos que quieran dedicarse al negocio legal del cannabis.

El uso de estas leyes anti-crimen organizado es que pueden ser utilizadas por cualquiera contra cualquiera, lo que implicaría que todos aquellos que se opongan al negocio de la marihuana tienen una herramienta para denunciar al vecino si se dedica a esto. De nuevo, son las leyes federales las que permiten que esto pueda darse.