Los dos gatos de una mujer de Massachusetts (EE.UU) se dieron una fiesta cannábica.

Pese a que en las imágenes del vídeo no se especifica esta buena mujer tuvo que mover las plantas desde donde las tenía hasta el porche. Resulta que debía comprar luces nuevas para que crezca su marihuana que, según sucede en el estado de Massachusetts es legal cultivar siempre y cuando sea para uso medicinal.

Lo malo de tener gato es que son muy aficionados a tirar las cosas al suelo. Además, les encantan las plantas. El resultado fue desastroso para la mujer. Los gatos aprovecharon la primera oportunidad para jugar con el cannabis.

No parece que los animales se comieron el cannabis (no suele ser muy bueno para ellos ya que los receptores cannabinoides no son como los nuestros, al menos no en “crudo”) pero el aspecto que tienen de tirados da a entender que la fiesta no fue solo de tirar cosas. Menudos pillos.