La medida, anunciada por el comisionado de Agricultura, Wilton Simpson, se enmarca en un esfuerzo por detener la comercialización de productos de cáñamo con altos niveles de THC que, según las autoridades, resultan atractivos para menores. La operación incluyó inspecciones en 20 condados de Florida y se centró en productos que incumplen las nuevas regulaciones estatales, vigentes desde 2023.

Entre las disposiciones reforzadas destacan la obligatoriedad de envases resistentes a niños, la prohibición de aditivos de colores específicos y restricciones sobre el uso de imágenes de animales, caricaturas o figuras humanas en el empaque. Además, los certificados de análisis deben detallar la concentración total de delta-9 THC y confirmar la ausencia de patógenos o sustancias prohibidas.

Desde julio de 2023, el Departamento de Agricultura de Florida ha identificado más de 738.000 paquetes de productos de cáñamo que no cumplían con estas normas. La normativa también impone límites a la publicidad dirigida a menores y exige códigos QR que enlacen a los análisis de laboratorio en un máximo de tres pasos.

Simpson subrayó que la industria del cáñamo debe asumir su responsabilidad para garantizar la seguridad pública. "Hemos trazado una línea firme para proteger a nuestros niños de productos engañosos y peligrosos. Aquellos que ignoren la ley no harán negocios en Florida", declaró en un comunicado.

Las inspecciones se han convertido en el mayor barrido realizado hasta ahora en el estado, involucrando a más de 700 establecimientos en los 67 condados de Florida. La legislación aprobada en 2023 (SB 1676) no solo estableció estos requisitos, sino que también fijó una edad mínima para la compra de productos de cáñamo de uso humano.