Esta semana, Gavin Newsom, gobernador de California, en EEUU, anunció que se incautaron más de 5,200 plantas de cannabis y 14 armas de fuego que pertenecían a operaciones industriales ilegales dentro de los parques nacionales del estado. "Estamos comprometidos a apoyar el mercado legal de cannabis en California. El mercado ilícito pone en peligro a nuestras comunidades, nuestro medio ambiente y la creciente industria legal y más segura del cannabis en California. El mercado legal de California también produce miles de millones de dólares para nuestra economía estatal, y continuaremos apoyando a los negocios que participan en esta industria de manera correcta, desmantelando las operaciones criminales que socavan su éxito", dijo Newson.

El operativo fue dirigido por el Departamento de Parques Nacionales y Recreación de California, en colaboración con del Departamento de Justicia estatal. El despliegue de las fuerzas se llevó a cabo en algunas de los ecosistemas más importantes de EEUU, como el Parque Estatal Saddleback Butte en el Valle de Antelope y el Parque Histórico Estatal Coronel Allensworth. En ellos, se destruyeron 3,684 y 1,572 plantas, respectivamente. 

Las incautaciones no solo tuvieron el objetivo de frenar el cultivo industrial ilegal que sucede en California, sino también preservar el ambiente en donde viven diversas comunidades y que es fundamental para el funcionamiento biológico del lugar. Armando Quintero, Director de Parques Estatales de California, dijo que "los Parques Estatales de California, el sistema de parques estatales más grande del país, son responsables de proteger algunos de los recursos naturales y culturales más valorados del estado. Prevenir el daño ambiental causado por el cultivo ilegal de cannabis dentro de los límites del parque y en propiedades privadas adyacentes es una prioridad para nuestro equipo de cumplimiento de la ley”.